Saber la noticia me ha hecho reaccionar con un grito ahogado. Las tonterías que Fred hacía -o, mejor dicho, decía- opacaban el gran talento del resto de la banda. Todos tuvieron su parte en la configuración del sonido de LB, y el bueno de Sam hizo mucho en sus primeros discos.
Al parecer, hay quien ha empezado a reivindicar a Limp Bizkit después de décadas de risas a su costa. Ojalá que esta vez se ponga en valor el trabajo de cada uno, empezando por el del señor Rivers: si no me equivoco, él fue quien hizo el difícil papel de grabar las partes de guitarra tras la salida de Wes Borland.
Que la tierra le sea leve.