Corazon de acero. Capitulo 6:Bautismo

CAPITULO 6: Bautismo

Durante toda la noche, las patrullas realizaron las rondas establecidas. Las medidas de seguridad se habían extremado desde los últimos incidentes. Incidentes que todo el mundo trataba de olvidar. Instalaron sensores de calor, una verja electrificada alrededor del perímetro de la mina y comenzaron a patrullar en parejas. Los culpables, los Zarnas, unos desagradables seres que recordaban a los antiguos mamíferos prehistóricos, no tendrían una segunda oportunidad.
La enorme cisterna se descolgó con suavidad de los arneses. Los cierres de seguridad sisearon tras expulsar una bocanada de vapor. Cuatro trabajadores estaban poniendo todo a punto para que la transformación se llevase a cabo sin incidentes. El mineral, aunque perfectamente estable, debía ser tratado al menos con cuidado por su naturaleza liquida. Tras bajar unas cuantas cajas de color negro, que parecían especialmente ligeras, procedieron a cubrir todo el material con una lona. En cuestión de minutos una pequeña carpa de color verde oscuro se alzó en el centro del campamento. El acceso al interior de la misma era restringido, tan solo el personal autorizado, lo que incluía a los tres jóvenes, podía entrar.
Coincidiendo con los primeros rayos de sol, en la habitación de Robert una ridícula melodía comenzó a sonar. Tanteando la mesa auxiliar con la mano desactivó el despertador. El suelo pedregoso de la tienda de campaña le dio la bienvenida a la dura realidad. Dando tumbos se acercó a la cama de su hermana, que dormía tapada hasta la cabeza.
-Geera, tenemos que levantarnos, nos van a suministrar las inyecciones.
-Ya voy, dos...- sus palabras se perdieron en un murmullo. La mirada de su hermano se endureció y con un fuerte tirón de sabanas la sacó de la cama. Anta tan inesperada violencia, no tuvo tiempo de reaccionar y cayó de la misma por el lado opuesto. Robert, consciente de su exceso, reaccionó a tiempo y la cogió por el brazo. Saliendo del lateral de la cama, una despeinada y somnolienta Geera le miraba enarcando una ceja, -Esta vez te has pasado y lo sabes- le recriminó con un tono muy serio.
-Lo siento, vamos que es tarde.
Robert recogió su bolsa y abrió la cremallera de la tienda. La cálida luz del nuevo día le llenó de tranquilidad, respiró profundamente y encaminó sus pasos hacia el exterior. Súbitamente recibió un golpe en la cabeza, trastabilló dos pasos hacia delante y se giró para ver la causa. Detrás de él se encontraba Geera con una amplia sonrisa y la almohada a sus pies.
Los focos de la mina estaban calentándose, su luz todavía amarillenta era símbolo del inicio de una nueva jornada de trabajo. De todas las tiendas de campaña salían colonos con sus ropas de trabajo, que en el mejor de los casos consistían en un pantalón de tejido sintético y una camiseta blanca. El logotipo de la Corporación para la que trabajaban estaba estampado en todas sus gorras y cascos. Tres tiendas más a la derecha aparecía Ed con su uniforme militar, los amplios pantalones y la camiseta de tirantes le hacían parecer un curtido veterano, pero ahí quedaba la comparación. Su físico desgarbado, su peculiar manera de caminar y el largo pelo recogido con una coleta desmentían cualquier apreciación. Saludó con la mano a los dos hermanos que ahora salían de su tienda, y señaló hacia la carpa. Robert asintió con la cabeza. El bullicio a esa hora era considerablemente alto, los trabajadores estaban disfrutando de los últimos momentos del desayuno y no tenían demasiadas ganas de ponerse a trabajar. Casi abriéndose paso a golpes, los muchachos llegaron al lugar donde debían recibir su dosis. Las tres sillas y sus correspondientes inyectores dotaban al lugar de una fuerte sensación de familiaridad. No tardaron mucho en ver como se abría la cubierta del tanque cisterna que horas atrás habían intuido dentro del vehículo de transporte.
El silencio se hizo de golpe en la mina, tres gigantes de metal radiaban a la luz del nuevo día. Los pocos colonos que quedaban en el exterior contuvieron por un instante la respiración al ver a sus futuros protectores. Consciente de el tremendo caos que podía originar la expectación entre los hombres, el capataz empuñó su megáfono y dio ordenes a todo el mundo de volver a sus tareas. El retumbar de pesados pasos se acercó cada vez más a la entrada del recinto. Allí, un guardia del equipo de vigilancia les indicó su labor. Debían vigilar la entrada, la seguridad del perímetro electrificado era casi total, así que solo debían de preocuparse por cazar a unos cuantos de esos seres. Acabar con ellos, y a ser posible con sus crías, era una manera efectiva de asegurarse la tranquilidad en futuras expediciones.
No pasó mucho tiempo hasta que Robert advirtió unas cuantas desbandadas de pájaros en una zona cercana. Era muy posible que esos animales se dirigieran hacia aquí en una frenética carrera buscando un alimento fácil. Esta vez no iba a permitir que algo así ocurriese. Con un gesto de su mano, indicó a sus dos compañeros que se pusieran en guardia, el enemigo no tardaría en aparecer. Les vio. Saliendo de la jungla por su izquierda, a unos 100 metros, una manada de cinco individuos saltó hacia la carretera. Estaban desconcertados, olisqueaban el aire de manera frenética y algo parecía trastornarles. Uno de ellos giró su grotesca cabeza hacia la entrada del campamento y emitió un sonoro quejido. La manada al completo cambió de dirección, ahora tenían un objetivo, el campamento. Geera pensó que eran los seres más horribles que había visto en su vida. El cuerpo era semejante al de las hienas, con unos cuartos traseros pequeños pero robustos, y los delanteros mucho mas largos. Un color amarillento en algunas zonas y ocre en otras se vislumbraba bajo el escaso pelaje de estos seres. Pero sin lugar a dudas su mayor peculiaridad residía en sus cabezas. En vez de surgir de sus cuellos, parecía que descansaban también a lo largo de gran parte de su espalda. Coronadas por unas mandíbulas desproporcionadamente grandes y dos pequeños ojos negros en el centro, constituían una visión realmente turbadora.
-Vamos a dejarles probar de que estamos hechos-, Robert cargaba ahora contra el grupo. Justo detrás de él, Ed comenzó a correr mientras transformaba su mano derecha en una espada curva. A pocos metros, Geera convertía su antebrazo en un pequeño cañón y hacia aparecer un segundo visor al lado del principal. El primer choque entre los dos frentes fue brutal. Dos Zarnas eran ahora un amasijo de carne y huesos que se retorcía en el suelo. Robert había golpeado con todo el peso de su cuerpo en el hocico de uno de estos animales, consiguiendo hundir su puño en la boca del animal y desgarrándola de dentro hacia fuera. Por su parte Ed, que ahora retraía su espada, había ensartado bruscamente el pecho de otro animal, y tras elevarlo por encima de su cabeza, había roto su cuerpo en dos, tirando de sus patas con la mano que le quedaba libre. Los tres Zarnas restantes se mostraban terriblemente confusos y comenzaban a recular. Uno de ellos despareció de improviso en una deflagración azul. A veinte metros de la escena Geera acumulaba energía para una segundo disparo. Los aullidos temerosos de los seres pretendían dar por finalizado el combate, pero Robert no lo iba a permitir, habían acabado con muchas vidas, del modo que fuese, su especie tenia que pagarlo. Su mano izquierda formó una especie de tridente que utilizó para empalar una criatura. Lo elevó por encima de su cabeza y lo hizo chocar contra el suelo a tal velocidad que la caja torácica se abrió por la mitad esparciendo una masa sanguinolenta. El ultimo Zarna estaba ya bastante lejos cuando recibió un cañonazo de energía que le impactó en su espalda. No hacia falta ir a comprobar si había muerto.
Los tres jóvenes hicieron fluir el metal hacia su configuración original y retiraron la parte que les cubría las caras. No estaban precisamente satisfechos, todo había sido “demasiado fácil”.
A mi particularmente me gusta más leer los momentos entre los personajes que los momentos de accion....
Quizá una manera de contentarme seria dar emocion en los momentos de accion, pero no emocio de uy.. casi.... sino emocion de relacion entre los personajes, un poco más de dramatismo no le vendria mal.

Saludines.
Creo que entiendo lo que me dices, pero de momento no tenian un rival digno como puedes ver. Algo en relacion a la manera de tratar las escenas de accion de ese modo tenia pensado, pero para mas adelante.
De todas maneras, para cuatro gatos que leen esto, sino trato de contentarles mejor me retiro. UseaseXD , que seguire haciendo lo que me de la gana pero lo tengo muy en cuenta (otro a la libreta negra[carcajad])
Tú ya estabas en la mia, así que no es nada nuevo [poraki]

;).
Bien, bien, bien, pos dejando aparte lo que ta comentao ninguno (ahí le dueleXDXDXDXD) por lo demás todo muy bien cómo de costumbre. La escena está perfectamente detallada y es fácil imaginarse todo el complejo y demás, aunque para mi gusto dejas demasiado de lado a los personajes (ya sabes que esto no es un defecto, es una manía personal así que ni casoXD).
Eso sí, me ties intrigao pensando cuales son los tres bandos de la historia. Puedo encajar a dos, pero a menos que los protas sean un tanto ignorantes en cuanto a las tramas de su propia compañía (me suena a eso por ahoraXD) no encajo al tercero.
Quicir, tenemos a los protas (un bando), los malos (supongamos que son los que san cargao a los colonos y que toavía no sabemos si forman parte o no de los del prólogo, pero dejemoslo en que sí pa simplificar) y el bando del intruso del prólogo.

JUAS, seguro que ni tú mismo pensabas que alguien fuese a darle tantas vueltas a tu historia eh?XDXDXDXDXDXDXD. Pa que veas, le has dado una complegidad más que aceptable. (jo, esto me ta afectando, no debería escribir comentarios hoy que tiendo a hacer mucho la pelotaXD).
como decias lo de los 4 gatos pos pense... ;)
bueno al lio...
me han gustado algunos detalles como el de la alhohadazo q le da geera a robert XDXDXDXD, lo de la ridicula melodia del despertador, eso le da humanidad al relato creo...
luego hay alguna cosa q se me ha pasao o q tu no has dicho, (se me habra pasao a mi casi seguro XDXDXDXD), es, cuando se han puesto ellos las armaduras :? tb creo q ha faltado impresiones de los mineros acerca de esas novedosas armaduras, no se decir algo asi como q q era eso no?
bueno y la lucha, como bien dices, ha sido demasiado facil, supongo q esos animales no serian los causantes de aquella matanza 1ª, en fin esperemos la continuacion amigu.
perdona por el tocho pero es q tengo mono de escribir y no quiero hacerlo ;)

taluego y salu2 :P
La armadura se la han puesto dentro de la tienda, creo que no era necesario volver a narrar todo el proceso (inyecciones, sillitas y tal). Lo de los colonos tambien tiene explicacion, la mayoria estaba en la mina; todo sera que empiecen a cuchichear entre ellos, pero ten en cuenta que ya sabian que llevaban unos protectores muy especiales.
Y sobre vuestros ya perpetuos comentarios sobre que dejo de lado a los personajes, que no los trato(ay...), intentare tragarme los culebrones de la tarde a ver si se me pega algo [mad]
Un saludito.
6 respuestas