Sí, es más fácil dar consejos que seguirlos, aunque al fin y al cabo también es verdad que en determinadas ocasiones no sirve para nada dar consejos, porque las personas están decididas a hacer lo que quieran. La clave, supongo, es saber deducir cuándo un consejo es bueno, y siempre partiendo de una experiencia personal. Por lo tanto, por esto último, muchos consejos ya se pierden por el camino...