McFadyen escribió:En un futuro también quiero sacar algún libro (aunque para empezar no tengo ni idea de como funcionan las cosas en Amazon para autopublicarse), así que de todas maneras la cosa me interesa.
Pero, ¿no ha pensado tu amiga en enviar algún manuscrito a alguna editorial a ver si se la publican/editan y así promocionan?
Aunque bueno, con la editorial te arriesgas a que te quieran cambiar contenido y obviamente se tienen que repartir más partes del botín, pero creo que de la promoción y distribución se encargan mejor.
Joer, yo intento autopublicar un cómic a través de una editorial pequeña (tan pequeña que ni se hacen promociones, básicamente es casi un mero trámite, pero al menos consigue salir en físico y son bastante majos), ¿esas ideas que ha puesto Quinti también valen para cómics amateurs autopublicados?

Una forma de promocionarse, discreta, pero un poco efectiva a largo plazo, es regalar algunos ejemplares a algunas bibliotecas públicas.
No es tan simple como presentarse en la biblioteca pública y dejarles el libro allí. Si hacemos eso, no lo catalogarán. Porque cada biblioteca tiene unos objetivos principales a los que sirve y no se desviará de ellos. Hay que encajar el libro en los objetivos de esas bibliotecas.
Por ejemplo: supongamos que eres de Madrid. Vas a la biblioteca pública más cercana y le pides a un bibliotecario que catalogue tu libro, del cual donas un ejemplar. Lo justificas en que es literatura juvenil del siglo XXI, y que eres de Madrid, por lo que eres una autora local; incluso te puedes ofrecer a hacer una presentación de llibro si la biblioteca te lo pide.
Una vez registrado el libro en el catálogo de la biblioteca, y situado en sus estantes, el libro aparecerá en el catálogo digital, donde podrá ser encontrado por lectores que busquen algo de esa temática, o incluso encontrado por personas que lo encuentren por puro azar, si como yo, tienen la costumbre de pasearse entre las estanterías para ver si la biblioteca te revela algún secreto. Porque las bibliotecas tienen muchos secretos y para conocerlos tienes que visitarlas.
Donar unos cuantos ejemplares de esta manera te resultará trabajoso, pero productivo porque tu nombre aparecerá en el catálogo, tu libro también, y nunca se sabe.