Un dia
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacaran los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro dia
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel hombre al que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño,
y donde la piel del camello se eriza en con violento escalofrío azúl.
No duerme nadie por el cielo. Nadie. Nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡Azotadlo, hijos mios, azotadlo!
Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadier por el mundo. Nadie.Nadie
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.
Fin