Carta a Najwa

Estaba leyendo cartas ya olvidadas y encontré una de un muy buen amigo y me pareció bonita y os la pongo aquí con su debido consentimiento.


Hablar por hablar, no es la mayor de mis virtudes, lo sabes, pero callas, callas como si otra boca cerrara tus labios, como si entre otros labios consumieses el aire suficiente para respirar y respiras tan hondamente, que tu exhalar se pierde en el aire como un perfume divino, que sólo un Dios podría poseer, y mi mayor desgracia es que no te poseeo, es el infortunio que ha de sufrir un hombre corriente que vive enamorado de la mayor de todas las Diosas del Olimpo. Me encierro en mí mismo con el único propósito de olvidar tu exuberante belleza, tu dulce voz, tus límpidas palabras y tu mirada penetrante, pero no consigo borrar tu imagen del cielo, ni consigo dejar de oir tu voz que parece cantar cuando hablas, y tu mirada... aún sigue clavada en mis ojos que agonizan vislumbrantes.
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