La movida que ha pasado entre Javier Cercas y Arcadi Espada es tan surrealista que he tenido problemas para decidir qué asunto le ponía al hilo. Os hago un resumen del tema:
- Francisco Rico escribe para El País un
artículo de opinión sobre la ley antitabaco. Para hacerlo más convincente dice que no es fumador, aunque en realidad sí que lo es, y mucho.
- Esto provoca protestas por parte de los lectores, hasta el punto de tener que aclararlo la
defensora del lector. Según Rico, "quien escribe el artículo es su personaje y no él mismo y, por tanto, para reforzar su posición, puede afirmar tranquilamente que nunca ha fumado".
- El autor de Soldados de Salamina, Javier cercas, escribe
otra columna para El País, en la que tercia en el debate. Dice que "hay que desconfiar de los cruzados contra el embuste, porque el énfasis en la verdad delata casi siempre al mentiroso". Aprovecha para lanzarle una puya a Arcadi Espada, que en su día criticó fuertemente la falta de rigor de Soldados de Salamina ("ha habido quien, embalado por el éxito de sus anatemas, ha llegado a exigir que incluso lo que se cuenta en las novelas sea verdad") y defiende a Rico ("lo que se plantea en este caso es hasta qué punto es lícito gastar una broma en un periódico. Porque, Dios santo, ¿acaso hace falta aclarar que la apostilla de Rico solo puede ser eso, una broma? (...) un periódico está obligado a contar la verdad factual, pero, a menos que se rinda al chantaje de los agélastes, no debería prescindir de contar también la otra verdad, una verdad irónica y emancipada de la tiranía de lo literal").
-Arcadi Espada, que hace años que se la guarda a Cercas, recoge el guante y publica en
otra columna para El Mundo que Cercas ha sido detenido durante una redada en un prostíbulo de Arganzuela, mandándole sus mejores deseos y esperando que el asunto quede en nada. Siendo todo ello mentira. El rumor se extiende, Cercas
flipa en colores y ahora se plantea llevar el caso a los tribunales. Dicen ambos escritores:
Arcadi Espada escribió:Mi columna está inspirada en la certeza de que Javier Cercas tiene razón desde hace años. Y el domingo pasado, en la tribuna que escribió en El País, volvía a tener razón. Yo me he dado cuenta ahora, quizá tarde. Mi columna es un acto de contrición por mi parte.
Javier Cercas escribió:Desisto de dialogar con Espada. Con él es imposible el diálogo. Es un fanático, un talibán. ¿Cuánto odio es necesario para que alguien quiera cargarse tu reputación ante tu familia y tus amigos? Me da pánico.
Tenéis todo lo publicado sobre el tema
aquí.