Esto no es un juego, es una maldita experiencia.
Tiene alma de immersive sim con sangre de soulslike y un gunplay tan jodidamente bueno, con unas mecánicas de sigilo tan bien implementadas, que cada encuentro, cada reto y cada mapa son una condenada delicia.
De mi top 100, y de los mejores que he jugado este año.
Eso sí, el DLC es difícil hasta decir basta, aumenta la dificultad (que ya de por sí es alta) exponencialmente.
Edito: y se viene otro DLC con modo roguelike, casi nada.