Hace ya por lo menos 15 años fui de torrá con unos colegas a un paraje natural con sus paelleros. Pues bien, como no prendía bien la leña, no se nos ocurrió otra cosa que echar un chorrito de alcohol para que prendiera más. La cosa está en que por el orificio de la botella salió una llama pequeña y el colega se quedó quieto con la botella en una mano y el tapón en la otra unos segundos sin saber qué hacer. Entonces cerró la botella con el tapón y se acabó la llama.
Supongo que al dejar de estar en contacto el alcohol con el oxígeno la llama simplemente se apagó.