Olvídalo, no hay nada que hacer. Esto ocurre habitualmente en las cámaras digitales compactas, que te la juegas bastante.
Para evitarlo en lo posible hay que hacer siempre las fotos procurando que haya el máximo de luz posible (sus flashes suelen ser paupérrimos), no sacar la foto inmediatamente, sino apuntar primero y dejar unos segundos la cámara quieta antes de disparar para que le de tiempo a adaptarse y analizar la luz y los colores, y mantenerla igualmente quieta unos segundos después de apretar el disparador, porque son algo "lentas" y les cuesta procesar y guardar los datos. Aun así, suelen ser cámaras caprichosas y sacan las fotos como les da la realísima gana, pero claro, no todo el mundo puede gastarse 400 ó 500 euros en una decente.