Yo es que creo que la mayor parte de las construcciones que se han llevado a cabo en las ciudades y sobre todo en las afueras de la mayor parte de los pueblos de Andalucía, basadas en un urbanismo con una serie de normativas, han perfilado una serie de construcciones que francamente creo que son dignas de una autocrítica feroz, sobre todo en los litorales así como en los perímetros de los pueblos a modo de chalets adosados, instalaciones hoteleras, componiendo calles y espacios casi sin ningún tipo de calidad arquitectónica así como fusiones de estilos arquitectónicos cuanto menos enigmáticos, en donde una especie de estilo moderno se fusiona con otra especie de regionalismo medio arabizado con un componente turístico perturbador a los ojos avezados, que en cuanto lo ves te dan arcadas sobre todo por un nivel de construcción totalmente deficiente, ya no solo por la mano de obra, sino por la calidad de los materiales de construcción que en su mayor medida han estado supeditados a sacar una serie de beneficios con la obra que rayaban el absurdo, amén de todo el tema de corrupción en donde los alcaldes concedían las licencias de obras a determinados amiguetes para levarse una comisión así como cantidad de chanchullos varios tan metidos en nuestra cultura andaluza que trasciende los signos políticos y creo que más bien está interiorizado como el objetivo vital de cualquier persona estereotipada como andaluza, el hacerse rico a base de chanchullos y así perfilando una serie de construcciones que como digo son dignas de ser tiradas todas abajo y rehechas con dos dedos de frente y respetando una serie de factores locales para que no acaben siendo todos los litorales iguales así como todos los exteriores de los pueblos iguales con la misma tipología, buscando una relación entre la ciudad y el campo que sea al menos mínimamente responsable, así como una serie de factores ecológicos que también pueden fomentar una serie de tecnologías de energías renovables aplicada a la vivienda. Yo creo que ya va siendo la hora de hacer las cosas bien de verdad.