Aki esta, el relato entero, a ver k os parece.

Ya esta terminado. Me ha kostado pero en fin, aki esta. Decirme sinceramente k os parece. Tener en kuenta k el relato original me okupo 8 paginas y tuve k reducirlo a 5 por las normas del konkurso. No os preokupeis por los acentos k falta, en el k voi a entregar ya estan korregidos. De todas maneras aun me da tiempo de kambiar algun kambio garrafal asik si hay alguno, xfavor, decirmelo XD. saludos
Ya k no se si ponerlo komo adjunto o aki mismo lo voi a poner de las dos maneras XD. Ahi va:
Mi triste historia
¿Quien querría ayudar a un pobre viejo como yo? Feo, malhumorado, sucio, con la ropa vieja... Claro, vosotros sois jóvenes y disponéis de una buena situación. Vuestra familia os estará esperando en casa. Tendréis una comida caliente y una cama hecha. Pensareis que sois mejores que yo.
Os sorprenderíais de lo importante que llegué a ser. Yo fui joven, como vosotros. Provenía de una familia importante y en ningún momento se me podría haber pasado por la cabeza algún problema monetario, en todo caso podría no saber donde guardar todo el dinero que tenía. Era popular, a la gente le caía bien y tenia amigos. Pero también era confiado. Tal vez por eso estoy así ahora.
Os preguntareis qué como llegué a esta situación. Es una historia algo larga así que tomad asiento y escuchad lo que os voy a contar. Os será útil, lo aseguro.
Todo empezó el 19 de abril de 1890. Había conocido a una chica maravillosa llamada Sara. Era realmente preciosa. Yo me había enamorado locamente de ella y, tras varios intentos, conseguí que ella sintiera lo mismo por mí. Esa misma mañana le pedí matrimonio a lo que ella aceptó sin dudarlo. El futuro sería grande para los dos, tendríamos hijos y una bonita casa. Todas las noches llegaría y me recibirían con un abrazo. Lástima que nada sea tan fácil. Esa misma tarde, decidí ir a contárselo a mis amigos. Quede con todos ellos para darles la gran noticia. Sobre las ocho ya estábamos todos en mi casa. William me preguntó, en nombre de todos los demás, que a qué venía todo este misterio y yo gustosamente dije en alto:
- Amigos, tengo que deciros algo. ¡Voy a casarme!
Rápidamente todos corrieron hacia mi a darme la enhorabuena, estrechándome las manos.
Pronto, empezamos todos a comer y beber. Y después a beber y beber. Y después a beber aun más. Fue una gran cena. A las doce estábamos todos completamente ebrios, tanto que casi no nos teníamos en pie. Entonces, Sam dijo:
- ¡Vamos a buscar el amor de algunas mujeres! ¡Y tu también! - me dijo - Una ultima noche con otra chica.
Tras este comentario todos nos pusimos a reír, aunque Sam lo decía en serio. Y consiguió convencerlos a todos para irse a buscar a alguna prostituta, menos a mi. Jamás hubiera aceptado, pero menos aun si estaba prometido. Por lo tanto, todos salieron hacia el South´s Sodern. Allí se reunían la mayoría de las prostitutas de la ciudad. Después de todos estos años aun no he sido capaz de descifrar lo que significa ese nombre.
Yo me fui a mi casa tranquilamente. Cuando llegué, me desvestí, me lavé la cara y me fui a dormir, sin ninguna preocupación. Esa sería la ultima noche que estaría allí. Me tumbe y cerré los ojos.
Dormí muy bien, o al menos eso era lo que creía. Por la mañana no recordaba nada de esa noche, tal vez por el exceso de alcohol. Abrí los ojos y me levanté. Estaba todo oscuro así que fui a abrir las persianas. Al girarme hacia la cama me encontré con una silueta de mujer debajo de las sábanas de mi cama. Por supuesto me asuste muchísimo. ¿Qué hacia allí? Estaba de espaldas y profundamente dormida, o al menos eso creí yo. Me acerqué a ella para despertarla. Le giré y entonces el miedo se apoderó de mi. No podía creerlo. ¡Estaba muerta! Tenia una herida en el cuello y la cama estaba llena de sangre. Me miré las manos y también estaban manchadas. Todo estaba ensangrentado, toda la habitación, los muebles estaban tirados por los suelos. Parecía que una tormenta hubiera pasado por allí aquella noche. Me asomé a la ventana y pedí auxilio. Al momento llamó un policía a mi puerta y me preguntó el por qué de mi escándalo. Yo, sin pensármelo 2 veces (lastima no haberlo hecho) le enseñe al guardia mi dormitorio.
No penséis que hice nada aquella noche, alguien lo había preparado todo. Seguro, yo no pude hacer eso. Estaba dormido y bebido. No tendría fuerza para montar aquel espectáculo. Pero el policía no me creyó y me obligó a salir de la casa. Estaba dispuesto a llevarme a prisión. No podía permitirlo, estaba prometido, iba a tener hijos, a tener un trabajo, no podía estropearse todo por una noche, así que salí corriendo. El policía corrió detrás de mí a través de varias calles. Por fin conseguí perderle. Volví a mi casa rápidamente, antes de que llegaran más agentes. Cogí el dinero que tenia ahorrado y metí en una maleta algo de ropa. Me vestí y salí corriendo de allí. Me dirigí al puerto y compré un billete para el primer Ferry que salía para Francia.
Por la tarde llegue a la Bretaña Francesa. Allí compré un caballo y emprendí viaje hacia Paris, donde esperaría a que se calmaran las cosas. Tras un par de días de viaje llegué a esta maravillosa ciudad. Era un lugar donde el amor al arte estaba por encima de todo, la gente era agradable con los que venían de fuera y, lo más sorprendente de aquella localidad era la gran Torre Eiffel. La habían construido el año anterior por motivo de una exposición o algo por el estilo. Era enorme, al verla se me erizaba el pelo. No os podéis imaginar que gran monumento.
Me busqué un hotel en el que estar mientras encontraba un trabajo y un piso. No es difícil encontrarlos allí, en una semana ya tenía donde vivir y de qué comer. Me dediqué al mundo de la banca. Utilicé un nombre falso. Me contrataron de cajero en el Banco Frances. Pronto me hice un nombre, era agradable con todos los clientes, me ganaba su confianza y ellos le hablaban bien de mi a mis superiores. En apenas dos meses ya era el que dirigía a los demás cajeros y en un año era el subdirector de esa oficina del banco. Ganaba mucho dinero y las cosas me iban realmente bien, tanto, que decidí escribirle a Sara explicándole todo lo que habia pasado y rogándole que se viniera conmigo. Pronto recibí respuesta. Me decía que me creía, que siempre había confiado en que yo no había sido el culpable de lo ocurrido. Me dijo que me echaba mucho de menos. Pero también que los ánimos por allí estaba muy calientes ya que la joven que había muerta en mi habitación no era una prostitua, sino que era la hija del capitán de la policía. Aun seguían buscándome y sabia que si salía de allí no podría volver nunca. Entonces yo le respondí de nuevo, diciéndole que no tendría ningún problema aquí en Francia. Que tenía una casa y un puesto seguro de trabajo. Que podríamos hacer la vida que siempre habíamos soñado. Con esta ultima carta le convencí y decidió venir a Paris.
De nuevo mi ingenuidad me llevó a una situación realmente penosa. Ella estaba vigilada por la policía. Habían convertido el caso en algo personal de lo que difícilmente yo podría salir victorioso. El ayudante del capitán y el sargento mayor de la comisaría de mi barrio le siguieron hasta Paris, y, como ellos imaginaban, fue a verme a mí. Decidieron tenerme vigilado un par de días. Vieron que tenía un coche, una casa confortable y un puesto bastante mejor que el de ellos, lo que les quemó aun más por dentro. Durante el año que había estado fuera, toda la brigada de la policía me había ido cogiendo odio y el verme en esta situación les produjo una envidia que acrecentó más su rencor. Querían matarme, pero tenían que esperar a que les llegaran ordenes desde la ciudad. Desgraciadamente no tardó en llegarles un telegrama donde les decían que podían ir a capturarme, vivo o muerto aunque preferentemente muerto.
Esa misma tarde, me dirigí hacía el banco y, como os podréis imaginar, fueron a por mí. Me cogieron por detrás y me dijeron al oído que no hiciera ningún gesto brusco. Me llevaron a un callejón y sacaron sus porras. Me di cuenta de que, hiciera lo que hiciera, el final sería lamentable, así que, por lo menos, opuse resistencia. Empezamos a pelearnos. Fue inútil, pronto me tuvieron en el suelo, golpeándome con sus porras y pegándome patadas. Finalmente perdí la conciencia.
Al despertarme ya estaba en la cárcel. Me pusieron en una celda con cuatro personas más encerradas por delitos mucho más graves que los que se me imputaban. Por supuesto no fue casualidad, ya que, como ellos no consiguieron matarme, me pusieron allí para ver si acababan conmigo esos matones.
Pasaron unos días y me llevaron a juicio. No me dejaron elegir a mi defensor alegando que nadie quería defenderme por lo que tuve que ejercer yo mismo de abogado. Entramos en la sala del juicio. Era grande y estaba llena de gente. Todos querían saber cual sería mi pena. El juez, Thomas Swiford, entró en la sala. Era un hombre viejo. Su pelo y sus cejas eran blancos. Llevaba una peluca de esas brillantes que llevan los hombres de leyes. Era alto y bastante grueso. Su mirada asustaba. Clavaba sus ojos en los míos dándome a entender que si por él fuera, ya estaría muerto. Empezó la sesión. El fiscal comenzó a hablar y a hablar, pero yo no le preste mucha atención. Sabía que todo el mundo me quería ver en la cárcel y tenía muy difícil salir de allí en libertad.
En mi turno comencé a contar toda la historia. Todo de lo que me acordaba. Pero no fue suficiente, no convencí al juez, aunque por lo menos conseguí que no me ahorcaran esa misma tarde. La pena fue de 30 años de cárcel.
Fueron 30 años de sufrimiento, 30 años de dolor, de miedo, de asco. No me hablaba con nadie. Sara dejó poco a poco de venir a verme. Todos los días me dormía pidiendo a Dios que no me hicieran nada por la noche y cada mañana daba gracias por poder ver de nuevo el día. Pasaron unos 11 u 12 meses, no llevaba la cuenta. Ya no aguantaba más, sino hablaba con alguien me volvería loco, por lo que me acerque a charlar con el que tenia la pinta menos aterradora, William. Era un buen hombre, estaba allí por homicidio involuntario. A él también le aterraba el no conseguir salir de ahí con vida. Nos hicimos grandes amigos. Nos contamos nuestras vidas, hablamos de nuestros planes de futuro...en fin, me mantenía cuerdo hablando y olvidando así las ganas que tenían de matarme los presos, y los guardias. Pasamos así 29 años y yo salí en libertad. Ahora me doy cuenta de que donde mejor estaba era allí. Por lo menos tenía algo para comer.
Estaba dispuesto a rehacer mi vida. A encontrar un trabajo y volver con Sara. Estaba confiado de que ya se había acabado mi tormento. Al igual que antes, estaba equivocado. En la puerta no encontré a nadie esperándome. Fui a casa de Sara. Había una anciana viviendo allí a la que le pregunte por ella. Me dijo que hacía mucho tiempo que se había ido a vivir con su marido, el doctor Charles Wells. En ese momento sentí una puñalada en el corazón. Sentí que todo había acabado para mi y que ya nunca más podría ser feliz. De hecho, ya nunca lo fui. No me quedó más remedio que resignarme, así que, con el poco dinero que me quedaba, emprendí un viaje hacia el lugar que más amaba, Paris. Es uno de esos sitios de los que te enamoras, de los que no puedes olvidar. De hecho me quede allí durante muchos años.
Una vez en la capital Francesa me di cuenta de que estaba en la más absoluta miseria, no tenía nada. No tenía dinero ni para ir a un hotel. Me habían quitado todo, la casa de Paris, la de mi ciudad natal, mis trajes, mis cuentas... todo lo que tenía antes, ahora solo son recuerdos. Me vi obligado a dormir en la calle. Busqué un callejón donde no hubiera ningún otro vagabundo y me tumbé para intentar dormir. Fue en vano. Esa noche llovió mucho e hizo un frío increíble. Tal vez no hizo tanto, pero aquello era algo nuevo para mi. Pasaron las horas y empecé a desesperarme. Estaba temblando y tenia hambre. ¡¿Cómo demonios llegué yo a eso?! Si yo era un hombre de bien, tenía dinero y estudios, era inteligente y de buena familia.
Por fin llego el día, pero no fue un alivio, empecé a pedir por las calles y me trataron como a un perro. Los minutos comenzaron a parecerme horas, las horas días, los días meses y así subsistí durante 23 años. Fui guardando parte de las limosnas que me daban y al cabo de ese tiempo tuve suficiente dinero para volver a mi ciudad, que por cierto, es Londres. Creo que no os lo había dicho todavía.
Ahora veo muy atrás esta historia. Pienso a diario lo dura que ha sido la vida. Me culparon sin ni siquiera escucharme y en un día, uno solo, mi vida cambió para siempre para convertirse en un calvario.
Seguro que me veréis de otra manera tras escuchar mi historia. Tengo ya 68 años y de verdad que a menudo ruego a Dios que me quite de este mundo. Solo os pido que recordéis mi historia para que así sepáis que el destino no tiene piedad de nadie, ni de vosotros, ni de mí. Ahora, marcharos. John Benelux, siempre para serviros. FIN Suache 15-4-02
Hola, Suache, lo primero de todo gracias por exponer tu historia en el foro; en mi estancia por aquí creo recordar que es el primer relato tuyo que leo,(al igual estoy equivocado)
Ahora vamos con el relato. La verdad es que la trama se hace atractiva e interesante, provocando las ganas de seguir leyendo para averiguar lo que hay detrás del asesinato de la hija del capitán. El ritmo de la historia es muy bueno, estructurado todo acorde a las circunstancias que van transcurriendo de una forma pausada y agradable de leer
Por otro lado, hay ciertos detalles que quiero comentar sobre tu historia: La primera es que en la parte donde todos deciden ir al prostíbulo, no das a entender que el protagonista se marche con ellos de su casa en ningún momento; por eso me he extrañado al leer que "regresaba a su casa" para dormir...?¿
La segunda cuestión es que no me cuadra la edad de John Benelux...Dices que se pasa 30 años en la cárcel, para posteriormente pasarse otros 23 años mendigando. El resultado de esta suma son 53 años. Teniendo en cuenta los años actuales de John(68), resulta un tanto improbable que con tan sólo a la edad de 15, fuera subdirector de banco allí en Francia...?¿
Y otra cuestión es que me ha sorprendido que dejes en el aire el misterio de la muerte de esa chica. Quizás no sea la parte más fundamental de la historia, pero nos dejas un poco con la intriga.
Resumiendo, aparte de estas minucias que reseño, me ha gustado bastante, Suache. A ver si sigues posteando más cosas por aquí.[bye]
Muchas gracias, esos errores ya estan corregidos. Cenkiu XDXD
saludos
El tema me parece interesante. Lo que pasa es que creo que metes demasiadas cosas en poco espacio. El capítulo es muy extenso, es verdad, y veo que no puedes ampliarlo más por las reglas del concurso. Pero creo que das un aluvión de detalles que muchas veces quedan colgados sin retomar. Por ejemplo, está claro que hay un flechazo al principio del capítulo, lo cual hace que dos personas decidan casarse en un día. Puede ser interesante, pero no das apenas rasgos de esa situación. Podías detenerte más en estas cosas. Es una opinión, vamos.
Yo me haría más selectivo, trataría de construir la historia sobre cuatro o cinco aspectos importantes, describiendo paisajes, pero sobre todo estados anímicos, que ya veo que es por donde quieres tirar. Un saludo.
Ummmmmm, interesante historia si señor. Argumentalmente está muy bien, tal vez esos detalles que comenta Hateplow, especialmente lo de la chica, pero por lo demás to muy bien. Se nota, y se hace, un tanto denso al leerlo, pero es algo bastante normal si lo has condensado para adaptarlo a un determinado tamaño. Mu bien, a ver si te animas y vemos algun texto más escrito por tí por aquí. :-)
Wenas, los errores k dice hate plow estan korregidos en el otro postt k he puesto k ya esta terminado. Es el k entregue ayer. Respekto a lo k dice Prado, es un error por mi parte, ya k no expliko korrektamente k no es un flexazo, sino k se konocen desde hace muxo y ese dia es el k le pide matrimonio. Error por mi parte. XD. Bueno, si eso le exais auna ojeada a la version final.
saludos
La verdad es que la trama esta muy bien pensada. Me gusta como se va desrrollando toda la historia. La pena es que la historia tenga que ser tan corta. Es una trama que merece la pena desarrollar más (a ver si nos haces una version ampliada para los eolianos que aquí no hay límite de extension ;) ). De todos modos creo que la idea esta bien pero es demasiada extensa. Creo que deberías acortar algunas cosas para recrearte más en otras.

De todos modos parece que ya has hecho la versión definitiva asi que te deseamos mucha suerte. El relato es genial :D
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