Prohibido comer rata en TV
Mannig y D'Acampo tuvieron que sobrevivir con escasas raciones de arroz y frijoles.
Dos concursantes de un "reality" de la televisión británica enfrentan cargos criminales en Australia por supuestamente haber cocinado y comido una rata durante la filmación del programa.
Gino D'Acampo y Stuart Manning, ambos celebridades del mundo de la farándula, están acusados de crueldad hacia los animales y fueron emplazados a comparecer ante un tribunal el próximo año.
Los dos participaban en el programa "I'm a Celebrity Get Me Out of Here" (Soy una celebridad, sáquenme de aquí), un reality que agrupa a los famosos y pone a prueba sus capacidades de supervivencia en el despiadado entorno del bosque australiano.
Nick Bryant, corresponsal de la BBC en Sydney, informa que D'Acampo, un chef de televisión y Manning, un actor de telenovelas, formaban parte de un grupo que fueron "exiliados" durante un período del programa.
En ese "exilio", según las reglas del concurso, estuvieron sometidos a sobrevivir con escasas raciones de arroz y frijoles.
Para suplementar su dieta, D'Acampo relató como cazó, mató y cocinó una rata para comérsela.
"Crueldad"
Ese hecho, sin embargo, es considerado inaceptable para la filial en Nuevo Gales del Sur de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés), al considerar que la rata supuestamente fue muerta como parte del programa.
Un inspector de la RSPCA, inpector jefe David Oshannessy, dijo a la BBC que la rata fue objeto de trato cruel en el set del programa de televisión y que contravenía el código de Nuevo Gales del Sur, donde se filma.
La muerte de una rata para un espectáculo no es aceptable. Preocupa que esto se haya hecho solamente para las cámaras
David Oshannessy, inspector jefe de la RSPCA
"La muerte de una rata para un espectáculo no es aceptable. Preocupa que esto se haya hecho solamente para las cámaras", alegó.
La sociedad de caridad envía a su personal dondequiera que animales estén siendo utilizados para filmación o espectáculos en vivo, agregó Oshannessy, así que había estado en contacto con los productores del programa antes de se matara la rata.
Se supone que la producción debe llenar unos formularios que notifiquen a las organizaciones encargadas de velar por la protección de los animales.
"No recibimos aviso alguno que este segmento iba a ocurrir y sucedió durante un día en que se suponía que no habría participación de animales, así que no teníamos a ninguno de nuestros funcionarios allí", expresó el inspector.
Según él, las investigaciones continúan y la RSPCA no descarta presentar nuevas demandas contra la productora de televisión.
En cuanto a los participantes, ambos tendrán que comparecer ante un tribunal local en la primera semana de enero en relación a la ofensa de crueldad contra los animales.