.

Paso desapercibido
entre miradas de desprecio
entre suspiros sin dueño
por las calles del olvido.

Desgarrada mi cara
de todo resquicio de alma.
Sueño contigo en mi cama,
pero te has desvanecido.

Me llamaron melancolico,
mientras las farolas se apagaban
una a una, y las palabras
se convertían en amigos.

Mis dedos llevan la llama
aguardan lágrimas suicidas
pido a gritos tener calma
pido auxilio en mis pupilas.

Mas el brillo confunde al espejo
y me miro como mártir moribundo
de mis propias dagas finas
de hielo iracundo.

Escribo, y solo es melancolía
y ya no escribo yo, sino ella,
y pido perdon por si a alguno
le molesta verme escribir.

Estoy feliz pero en sueños,
despierto y ya no estoy aqui,
me fundo en los besos venideros:
Os esperaré aquí.
0 respuestas