En zonas turísticas, donde digamos que las épocas donde trabajan son unos seis meses al año, pasa que el Ayuntamiento de turno cobra caras las terrazas, impuestos, etc.; luego que los dueños de los locales, los alquilan a precio de oro.
Entonces, los que explotan los locales, en esos seis meses, para sacarse lo que sea, meten cada sablazo que se queda uno tieso.
Aparte, al personal que contratan, le pagan bastante justo para las horas que les hacen hacer (y que se pasan el Estatuto de los Trabajadores por un sitio, cada día, ya que por no dar, ni días de descanso les llegan a dar).