Bueno, un nuevo capitulo, la historia vuelve a su curso.
Era la mañana del sábado, quedaban varias pruebas por disputar, el sol en lo alto quemaba mi piel, sobre el suelo se formaba una neblina que confundía la vista. Delante de mi se hallaba la barra horizontal a 1.90 de altura… era la mayor altura a la que me había enfrentado, tome impulso corrí a lo largo de esos pocos metros que se me hicieron kilómetros y volé… pase sobre la barra limpiamente, cuando caí tuve que restregarme los ojos para asegurarme que no soñaba…
Mi entrenador desde la sombra no creía que hubiese saltado tanto, yo la verdad es que tampoco lo esperaba, pero las largas escaladas con Luis habían fortalecido los músculos de todo mi cuerpo, dándome suficiente impulso para saltar como nunca había saltado.
Baje de la colchoneta y mira a la grada, en unas de las filas me alegro encontrarme Luisa animándome, a su lado había un chico muy apuesto que tenia un brazo en sus hombros, su novio deduje, les mande un cordial saludo con la mano y me retire a la carpa del campo a descansar... Me había clasificado para la segunda ronda de saltos… allí tendría que dar lo mejor de mi mismo si quería alguna posibilidad…
Me entretuve observando a los participantes en lanzamiento de peso, era magnifico contemplar como sus cuerpos giraban para lanzar la bola de frió acero a la mayor distancia, a esa hora competían los categoría sub.-21, que ya eran jóvenes de hercúleas espaldas, que sinceramente imponían con su presencia.
Por los altavoces llamaron para la segunda ronda de saltos… con lentitud me acerque a la pista e intercambie algunas palabras con el resto de atletas que se encontraban a mi lado. Para mi terror elevaron la barra a los 1.95 seria la definitiva… quedábamos solo 12 jóvenes, entro los que se encontraban Carlos y Antonio. Esta no era su prueba fuerte para ninguno de los dos, si quería vencerlos en algo, ahora tenia la oportunidad…
Cuando llego mi turno ya se habían desclasificado 4 jóvenes, solo uno había pasado, me prepare unos segundos, observé la barra, tome impulso, mis músculos se tensaron en un gran esfuerzo y con un grito supere la altura. Me quede unos instantes sobre la colchoneta con los brazos abiertos… contemplando al sol y me alegre por su caricia…
Finalmente quede tercero y con gran alegría subí al podium para recibir la medalla, fue un momento mágico para mi… la culminación de tantos sufrimientos.
Por la tarde llegaron las ultimas pruebas, mi ultima prueba fue el salto de longitud, subí al 5 puesto, en esta prueba gano Carlos, obteniendo su tan ansiado primer puesto. Tras la prueba me retiré a descansar.
Esa noche, el equipo salio a cenar fuera, para celebrar las medallas ganadas, 6 en total. Cenamos en un restaurante americano para recuperar fuerzas por invitación de nuestro entrenador, que durante la cena, elevo su vaso y dijo con voz regia:
-Me siento muy orgulloso de vosotros, habéis conseguido nada menos que 6 medallas, y todos os habéis clasificado para ir al campeonato nacional en las diferentes pruebas, incluso Víctor a conseguido una medalla…-Todo el equipo rió ante este comentario- Pero esto no debe haceros creer podéis relajaros, en este mes que tenemos para que os preparéis…. Vais a prepararos… a fe mía que os prepararéis… -nadie rió ante esto-
Terminamos de cenar y salimos a dar una vuelta, visitamos varios locales de copas pero sin excedernos, tras divertirnos un poco volvimos a nuestro pabellón. El domingo nos trajo la entrega de diplomas, algunas actividades para los más jóvenes y el largo viaje de regreso. Ante de irnos, pude despedirme de Lucia. Que me prometió volver al año siguiente.
Una vez más volvimos a tomar el autobús de regreso. Cansado, agotado, llegue a mi casa ya bien entrada la tarde, saludé a mis padres y me tumbe en la cama. Deje que el sueño me venciera. Tras dormir unos minutos me despertó el sonido del teléfono.
-¿Si?- pregunte adormilado-
-Víctor que bien que has llegado –era la voz clara y melodiosa de Susana-
-¿ha pasado algo? –Pregunte interesado-
-Bueno... Ayer estuvimos hablando laura y yo… y me preocupa Víctor –Comento Susana- Creo que tenias que saberlo… me pregunto muchas cosas… pero supongo que estarás cansado, ya nos veremos.
-Gracias Susana, ya hablaremos… -Conteste antes de colgar-
Me quede allí, inmóvil, en la cama, pensando... ya era tarde para llamarla pero le mande un mensaje al móvil para decirle que ya había llegado. Me tumbé en la cama e intente dormir.