Bueno, perdonadme la tardanza, pero he pasado por el hospital... me he quedado afonico he tenido examenes de todo...
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El parque era un gran recinto lleno de matices, era en verdad como una ciudad en miniatura. Su zona vieja podía llamarse como un autentico bosque, pues los árboles allí crecían asilvestrados y los caminos eran meras sendas entre los árboles, la zona moderna incluía un enorme rocodromo donde muchas personas pasaban la tarde escalando, algunas veces por los salientes, pero siempre con arneses de seguridad, también estaba el parque infantil, de suelo de goma y una alta cerca, donde las madres encerraban a los chiquillos mientras charlaban en los bancos próximos. En el parque no faltaba un circuito que lo atravesaba, ancho con farolas que se encendían con la caída de la tarde y de un suelo acto, en donde docenas de personas podíamos correr.
Llegue puntual a la entrada del parque, iba vestido con pantalones cortos y una camisa blanca, llevaba a la espalda un pequeño macuto para llevar las llaves y una bebida isotónica, que estaba seguro que necesitaría al finalizar la jornada.
Tan puntual como siempre, con diez minutos de retraso, apareció Laura, llevaba unos pantaloncitos cortos y ajustados y una sudadera de color beis. Pero lo que me aterro fue el objeto plateado que pendía de su cuello, cuando se acerco a mi pude comprobar que se trataba efectivamente de un silbato….
-¿Preparado Víctor? –Pregunto cuando estuvo a mi altura- te voy a hacer correr de lo lindo hoy….-
Solo pude tragar saliva mientras me apretaba los cordones y veia como se llevaba el pito a la boca.
-¡Vamos trote suave! –Dijo antes de emitir un sonoro pitido- Cada ves que bajes el ritmo pitare una vez, si quiero que vayas mas rápido pitare dos veces, ¿Te gusta la idea?-
-Me entusiasma… -Dije con la mejor cara de póquer que conseguí… si mis tardes con Laura ya parecían una instrucción militar ahora se diferenciaban solo en la vestimenta…-
Con los ánimos bien altos, comenzamos a correr, durante media hora estuvimos en la parte nueva del parque pero laura decidió internarse en el “bosque” abandonando la senda de corredores. Así que estuvimos corriendo por los viejos senderos, aquí Laura bajo el ritmo pues además de correr debíamos esquivar las raíces de los árboles y saltar algún socavón en el camino. Tras 2 horas seguidas, donde solo había recibido dos pitidos por bajar el ritmo, tomamos un descanso en uno de los bancos de madera que rodeaban el rocodromo.
-A esta hora de la tarde ya no se ve a mucha gente en la “roca” –Comento Laura echándole una mirada al rocodromo- ¿Qué te parece si mañana traemos los arneses y escalamos?
-Estupendo –Conteste mientras sacaba la isotónica del macuto, la idea de escalar con Laura era aterradora pero casi mejor que correr con ella-
-Gracias –Dijo mientras me quitaba la isotónica de mis manos y se la bebía con prontitud antes de que pudiese siquiera invitarla- allí tienes la fuente con agua fresquita, no necesitas estos refrescos…-señalándome una de las fuentes del parque-.
Como un perro apaleado fui a la fuente a beber, pero tras beber un poco me quede parado un momento. Había visto a una pareja caminando hacia el “Bosque” y me parecían conocidos.
-Laura, me parece que acabo de ver a Maria con un chico –Dije cuando volví al banco- pero lo extraño es que….-
-¿Qué no era Carlos? –Contesto ella sin dejarme terminar- Era previsible, Maria es una pendenciera… ¿A dónde se dirigían? –pregunto con un brillo en la mirada muy preocupante-
-Creo que al “bosque” –Dije arrepintiéndome de haber dicho nada-
-Entonces se dirigían al “Picadero” sin duda –Contesto altanera Laura- Si entramos por el sendero norte podremos pillarlos antes que lleguen a el –Dijo poniéndose en pie y comenzando a correr-
-¡Laura espera!- Dije sabiendo de antemano que era algo inútil, pues laura ya estaba a varios metros de mí-
Con resignación me levante y corrí tras ella, tras pocos minutos estábamos entrando en el “Bosque” dirigiéndonos directamente al “Picadero”. Esta era una zona donde el “Bosque” era especialmente frondoso, era un lugar perfecto donde amantes jóvenes se entregaban al amor por primera vez.
Corrimos con mucho cuidado pues ya empezaba a oscurecer y no abundaban las farolas por esta zona del parque. Al poco tiempo llegamos al “picadero” y tras oír unos ruidos Laura me lanzo hacia unas matas especialmente espesas y me siguió al momento. Nos quedamos quietos entre las matas. Una pareja surgió de las sombras… sin duda la chica era Maria pero el chico llevaba una gorra que ocultaba sus ojos…. Cuando se acercaron más el chico empujo a Maria contra un árbol y allí la beso apasionadamente. Maria solo sonrio ante esto, y con una risa burlana le quito la gorra al chico y se la puso ella.
El chico se giro un momento para mirar a su alrededor, y durante un segundo pude ver claramente su cara. Era él sin duda…. Antonio… Tras asegurarse que estaban solos en el sendero, tomo la mano de Maria y se internaron en el bosque, de donde surgieron casi inmediatamente Suspiro y risas ahogadas indudablemente provenientes de Maria. Mire a Laura y contemple que ella me miraba con ojos de ira. Sin haberme dado cuenta había apoyado mi mano entre sus pechos… con un sonoro bofetón me lanzo hacia el sendero, donde caí rodando ruidosamente.
-¿hay alguien ahí? –Era sin duda la voz de Antonio-
-No seas tonto y sigue con lo tuyo- contesto melosa la voz de Maria-
Laura y yo salimos corriendo lo más rápido que pudimos antes que la cabeza de Antonio se asomara para comprobarlo….
Cuando salimos del “Bosque” y llegamos al camino de corredores, completamente iluminado. Dejamos de correr y nos miramos… ella debió ver la marca de su mano claramente impresa en mi rostro pues se sonrojo y me pidió perdón… yo que no soportaba verla sonrojada me disculpe numerosas veces antes de salir del parque para dirigirnos hacia nuestras casas. No comentamos lo de Maria y Antonio…. Habría tiempo para ello.