Ocho dias, ocho tan solo, pasé alejado de ella. Rendido por la evidencia de un amor irrenunciable, volví a su lado, dispuesto a ser un amigo en la sombra, a esperar momento mas favorable, a... no se. Esperando un milagro que me permitiese estar con ella, aun cuando tuviese que esperar todo una vida. Y espere, y espere.
Pero las cosas no eran como antaño. Cada vez pasábamos menos tiempo juntos, menos llamadas, menos contacto.
Yo habia fracasado al intentar alejarme de ella pero ella no estaba dispuesta a fracasar. Habia tomado la resolución de acabar con aquello lentamente, sin traumas, sin escenas, sin opción alguna de evitarlo. Llegue a enfadarme y no llamarla en meses, olvidando (es un decir) su cumpleaños incluso.
Pero volví, siempre volvia. Necesitaba mi ración de ella para sobrevivir.
Una vez mas , en el mismo lugar , la misma conversación. Esta vez no me marchaba, esta vez suplicaba una solución por su parte, incapaz de tomarla yo. Esta vez, en suma, luchaba por preservar mi oportunidad, mi sueño, mi imposible.
Pero ya no formaba parte de su vida. Y lloró por mi, por segunda y última vez.
Sufrimiento, impotencia, o simplemente culpabilidad. Aquel dia quiza no me di cuenta, pero se despidio de mi. Le pedi una solución y, a su pesar, me la dio.
Lo que ella no sabia era que, buscando mi bien, me habia matado. Pues no podia vivir lejos de su lado. Creo que nunca llegó a comprender eso
Asi la escribí mi nota de suicidio. mi Adios, mi perdón por su traición. El último coletazo de voluntad, de expresión inutil.
Allí acabo mi vida, en una lenta agonia que dia tras dia me golpeaba con vigor hasta el último aliento.
Ahora busco descanso, pero no lo encuentro. quizá sea por ese títere que deanbula por el mundo. Cree que soy yo, tiene mi cara , y tiene mi voz, a veces incluso parece sentir algo cuando curioseo a su alrededor. Pero es solo una ilusión. Sus sentimientos duran lo que tardo en volver a mi lugar.
Y desde allí espero, vuelvo a esperar. Algun dia el pobrecillo se reunira conmigo y podré descansar. Es cuestion de tiempo.
Y ella... si ella me quiso alguna vez tambien vendrá. Sin ataduras, ni problemas, quizá entonces ; en ese mismo lugar, volvamos a hablar.