Corazon de acero. Capitulo 13: Cambios.

CAPITULO 13: Cambios

El frío suelo del hospital le erizó el vello a Ed. Seguía notando el cuerpo entumecido y un dolor punzante le presionaba una de sus costillas. Quizá los médicos no le habían dicho toda la verdad. Permaneció sentado en el borde de la cama durante unos segundos tratando de apartar la molesta migraña de su cabeza, pero escuchó un segundo disparo en los pisos inferiores y un sentimiento de urgencia invadió de nuevo a Edward.
El Mayor Philips y sus hombres habían hecho saltar la alarma de todo el edificio. El pánico cundió entre todo el personal sanitario y los enfermos que reposaban en camillas se cubrían por completo con sus mantas en un vano intento de espantar a un enemigo invisible. Muchas personas permanecían tumbadas en el suelo a la espera de pasar desapercibidas. El grupo de militares avanzaba con serenidad entre la muchedumbre buscando una ruta que les llevara a la azotea. El reguero de sangre quedaba ya tras de ellos. Dos vigilantes habían sido abatidos y sus cuerpos yacían inertes entre los de aquellos que temblaban acurrucados. Una escalera notablemente ancha parecía ser el camino a seguir.
Con extremo cuidado Ed abrió la puerta de su habitación. El pasillo de la planta estaba vacío y en calma. Miró a su alrededor y descubrió el mostrador de recepción. Allí no había nadie en estos momentos pero la computadora permanecía encendida. Una cazadora de color marrón estaba apoyada en el respaldo de un asiento. Con paso renqueante se acercó hasta ella y tras comprobar que era de su talla se la puso en un intento de frenar los escalofríos que sacudían su cuerpo. Dispuesto a bajar las escaleras hacia las plantas inferiores algo llamó su atención. Debajo del mostrador de la oficina descansaba una vara de metal de un metro de largo. Seguramente pertenecía a un aparato médico ahora inservible y alguien la dejó olvidada allí hace tiempo. Por un momento valoró la posibilidad de buscar un intercomunicador con el fin de averiguar que estaba ocurriendo, pero su curiosidad le hizo desistir.
-No podía empezar peor mi recuperación- musitó Ed.
El hueco de las escaleras le permitía ver todos los pisos del edificio hasta la planta baja, sin embargo nadie las utilizaba en ese momento. Con la barra de hierro en la mano comenzó un descenso que vio interrumpido bruscamente. En la parte baja podía contemplar como un grupo de personas comenzaba a subir las escaleras. Entrecerró los ojos tratando de distinguir los uniformes que llevaban pero no apreció más que unos trajes de combate urbano. Por un momento el corazón le dio un vuelco al ver una figura bajita y robusta entre el grupo.
-¿Philips?- balbuceó el joven -no puede ser, tengo que asegurarme.
Una nueva ráfaga de fuego automático sacudió el silencio del hospital, seguida del ruido seco de un cuerpo cayendo al suelo. Ed se recostó sobre la pared. Aquellos hombres quizá venían a buscarle, quizá intentaban acabar con él. El latido nervioso de sus sienes no le dejaba pensar con claridad. Se reincorporó a duras penas y dirigió de nuevo sus pasos hacia la oficina de recepción. Con la mirada perdida agarró lo primero que encontró a su alcance, un enorme archivador en el que se clasificaban los expedientes. Sin saber muy bien que iba a conseguir lo dejó caer por el hueco de la escalera provocando un sonoro estruendo al chocar contra las baldosas del nivel inferior. Una nueva ráfaga de munición surcó el aire haciendo jirones los papeles y expedientes que ahora revoloteaban libremente. Ed alcanzó a oír voces nerviosas entremezcladas con órdenes concretas. Tenía que hacer todo lo posible para averiguar que hacia allí el supuesto Mayor Philips y cuales eran sus intenciones.
Movido más por su propia voluntad que por sus fuerzas, buscó la escalera de emergencia de la planta. Justo al fondo del pasillo puedo ver los toscos tiradores de la salida auxiliar. Según avanzaba a toda prisa escuchó el trote ligero de unos pasos que ascendían por la escalera principal.
-No podían ponerlo un poco más fácil, ¿verdad?- maldijo Edward mientras tiraba de la barra horizontal.
La puerta cedió con pesadez y una brisa fresca escapó del hueco de la escalera de emergencia. Al contrario que la principal, esta estaba mal iluminada y parecía no haberse utilizado en mucho tiempo. El suelo estaba mas frío todavía que el del pasillo pero Ed comenzó la bajada sin darle importancia a ese detalle. Su respiración no tardó en volverse entrecortada y el dolor en el pecho se agudizó. Las plantas no tenían ninguna marca distintiva, así que una vez hubo contado cuatro plantas se detuvo ante la puerta que le devolvería al pasillo principal. El picaporte interno era más fácil de abrir que el externo pero aun así procedió con cautela. Al fondo del pasillo podía ver de nuevo la escalera principal y como hombres armados ascendían por ella. Mordiéndose con fuerza los labios ante la idea tan descabellada que se le acababa de ocurrir, golpeó la puerta con la barra de hierro que había recogido en el mostrador.
Todos los militares que en ese momento subían se detuvieron en seco y Ed cerró la puerta convencido de que algunos irían a comprobar. Dos hombres avanzaron con las armas en ristre hacia el origen del sonido mientras los demás continuaban el ascenso. La puerta estaba cerrada pero no bloqueada, como pudo comprobar el primero de ellos al ejercer presión sobre la barra horizontal que servía de picaporte. Alzó la mano izquierda indicándole a su compañero que le esperara mientras procedía a la inspección. La oscuridad de la escalera de emergencia no le permitía apreciar nada a simple vista y tras enfocar con la linterna de mano las plantas superiores, inició el descenso en busca de la fuente del ruido. No llevaba ni dos escalones cuando sus pies tropezaron con una barra de hierro que se cruzaba entre sus piernas. La sonora caída del militar hizo que su compañero entrara tratando de darle apoyo. Lo último que alcanzó a ver fue el cuerpo de su camarada en el suelo mientras un joven le disparaba en el hombro con el fusil de asalto del hombre caído.
Ed respiraba ahora pesadamente, pero había resuelto la situación y tenía un arma. La barra de hierro ya no le sería útil así que la abandonó al lado del guardia que yacía semiinconsciente a causa de la caída. Despreocupándose del herido de bala empezó a subir los peldaños otra vez.
El Mayor Philips abrió la puerta de la azotea. El sol comenzaba a ponerse pero seguía haciendo un día espléndido. Desde su posición contempló la totalidad de la colonia y el edificio de la Corporación. Aspiró el aire puro que circulaba por las capas altas de la ciudad y dirigió una mirada a sus hombres. Tan solo cinco soldados de los nueve que comenzaron la misión le seguían. Dio las ordenes oportunas para que todos ocuparan sus puestos y extrajo la pequeña caja negra de su bolsillo. El artilugio en cuestión no media más de un palmo, una pequeña pantalla verde con un extraño símbolo y un botón de color rojo era todo lo que se apreciaba a simple viste. Philips se acercó a la cornisa que encaraba la sede de la Corporación y apuntó el aparato hacia allí. Con una media sonrisa en el rostro apretó el botón.
Geera se encontraba en uno de los despachos que comunicaban con el hangar jugueteando con uno de sus mechones de pelo mientras dejaba vagar su mente. Mantenía la barbilla apoyada contra su brazo y dejaba escapar constantes suspiros. Un ruido de pasos metálicos la sacó de sus pensamientos y levantó la cabeza para contemplar lo que ocurría a través de las cristaleras del despacho. En el centro del hangar el A-04 se tambaleaba y retorcía de un lado a otro con las manos echadas a la cabeza. Sus pisadas metálicas solo se veían sofocadas por los angustiosos gritos que dejaba escapar mientras miraba al cielo con los ojos entornados.
Bueno, id sacando los pañuelos, que el siguiente capitulo es el ultimo [buuuaaaa]
(esconded las serpentinas, cabrones)
Tendra una extension un poco mayor pero pondra fin a la trama, asi que ya veremos como remato todo esto...
Un saludo.
El penúltimo capítulo???? [fies] [fies] [fies] [fies] jooooooooo, que penitaaaaaa [fies] [fies] [fies] [fies] pos se hecará de menos esa historia... snifff, sniffffXD

En fins, vayamos a lo que importaXD. Bastante bien el capítulo, sobre narratiba nada que decir salvo lo mismo que hace poco, estás "adornando" tu forma de escribir y me gustaXD, lo que si he notado son un par de cosas que no me acaba de encajar como han quedado, pero na, ya sabes como soy de maniaticoXD.

P.D. Juas, pobesito, el último capítulo, el más jodío de todosXD
Pues tendre que repasarme los anteriores porque este me ha dejado descolocado. :-?

Joer, necesito una explicacion, supongo que en el último capítulo remataras los cabos sueltos.

Pero dónde oño está Robert?, ya puede aparecer para rescatar a su hermana o cobras. cawento.

Qué coño hace el Phillips?, no sera una especie de Ikari de Evangelion, no?. cawento.

Último episodio?, cawento... pero si puedes sacarle mucho más jugo, tas hartado?.

CAWENTO CON MAYUSCULAS PARA QUE SEA MAS ENTUSIASTA!.

:(
Robert esta en un sitio magico donde las compresas con alas surcan el firmamentoXD
Phillips, Ikari? A todos nos gusta Evangelion:P
Hartao no, ha sido un placer, pero estaba pensada como historia corta desde un principio, esto iba a ser un comic...

Un saludo y animo.
Originalmente enviado por Temjin
Robert esta en un sitio magico donde las compresas con alas surcan el firmamentoXD
Phillips, Ikari? A todos nos gusta Evangelion:P
Hartao no, ha sido un placer, pero estaba pensada como historia corta desde un principio, esto iba a ser un comic...

Un saludo y animo.


Poco he berreado para el final que le has dado a esta serie que tanto me ha entusiasmado y entusiasmara...XD :( y tienes razon.... iba a ser una historia corta, pero a mi me hubiera gustado que no acabase (nunca) ...... ahora.

Bye, gracias por los animos. XD
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