Pues si las irregularidades legales que ha mencionado el comprador son ciertas y encuentra un abogado bueno, podría acabar con una buena indemnización por parte de Sega por acusación falsa y de la policía por actuación ilegal. Otra cosa es que llegue a recuperar el material, ya que al ser propiedad de Nintendo, quien tiene el marrón gordo es Sega por vender ilicitamente material que no es suyo.
Me imagino que al lumbreras que decidió vaciar las oficinas sin siquiera hacer un inventario y comprobar qué se podía vender y qué no, le habrán dado la patada.