La inercia del personaje es terrible, en saltos muy altos no tienes referencias de movimiento y parece que estás flotando.
El scroll tiene vida propia, el personaje inicia movimiento lento y falto de control, de las colisiones ni hablamos…
Las comparaciones son odiosas , pero a un juego de plataformas lo que le hace grande es el control del personaje y el diseño de las fases. Sonic 1 hace todo eso a la perfección.
En Bubsy solo hay gráficos, nada más. Los que os guste por la razón que sea todos mis respetos, pero objetivamente hablando en lo jugable es un juego muy mediocre siendo generoso.
Para mí es una nota de las infames de hobbyconsolas. Supongo que habérmelo comprado en su momento hace que me duela más, lo sentí muy pocho ya en las primeras partidas.
No todos los redactores ni revistas eran iguales…en esta revista alemana de la época le cascaron un 74.
https://www.kultboy.com/index.php?site=t&id=5839&s=2Traducción chusquera del alemán, pero deja a las claras que se tomaban más en serio los análisis que la hobby y se trataban con más respeto y sin engaños a sus lectores:
‘La historia de Bubsy no solo es más confusa que un ovillo de lana, sino que su abstrusa jugabilidad habría encantado a Confucio. Ese es el inconveniente de los niveles exorbitantes: te desorientas, el hilo se deshace.
Puedes descubrir mucho, pero a menudo solo encuentras la muerte: secuencias vertiginosas al estilo Sonic, abismos puntiagudos, controles imprecisos y el miedo de Bubsy al agua hacen de Bubsy una experiencia morbosa: tras un solo encuentro con un enemigo, su suéter se alborota. Dados los 16 niveles, también me pregunto qué hizo Accolade con la supuesta memoria de 16 Mbit del cartucho: ¿la llenó de lana o la ahogó en Lenor? Quizás el suéter de Bubsy también tenga carga estática: una extraña atracción eleva claramente el módulo Accolade a niveles superiores. ¿Se debe a la divertida presentación, las ideas inusuales o las cuevas de "deformación"? Accolade ha tejido un interesante juego de saltar y correr con Bubsy, que, si bien tiene algunas carreras y costuras torcidas, tiene un toque personal.’
Ufff, estaba llena de cosas buenas nuestra revista, pero los niños de la época nos merecíamos algo mas de respeto que estos engaños de la hobbyconsolas de la época.