Hola a todos!!
Estaba hace un rato por Youtube escuchando OSTs varias de videojuegos que me habían marcado cuando me he topado con este track:
Al reproducirlo y comenzar a escuchar los primeros acordes no he podido evitar que se me erizase la piel y que a mi memoria regresaran las sensaciones de cuando jugué a Dark Souls por primera vez.
Ya venía de haber jugado Demon's, Bloodborne y Sekiro y, aunque había escuchado maravillas de Dark Souls, mi fanatismo de por aquel entonces por Playstation me hacían creer que Dark Souls era simplemente un copia/pega multiplataforma de Demon's Souls para hacer más dinero y que era imposible que superara la calidad del Demon's original. Como he dicho anteriormente, mi fanatismo me impedía mirar más allá.
Pero al caso. Cuando decidí darle una oportunidad me encontré con un juego con el que había estado tan equivocado. Claramente era una evolución de lo que Demon's había hecho, con un diseño de niveles infinitamente superior y una jugabilidad más pulida, pero al que aún le faltaba algo.
Avancé durante los primeros compases del juego, tocando la campana de la iglesia superior y después descendiendo a las profundidades para tocar la segunda campana. Después llegó la fortaleza de Sen y yo hubiera jurado que había llegado al final del juego. Había sido una experiencia muy buena pero a mí forma de ver, le habían faltado demasiadas cosas como algún escenario épico y alguna batalla contra bosses más memorable que las que me había ofrecido el juego hasta entonces. Estaba convencido de que en el momento en el que interactuara con el trigger tras el Golem de Hierro sería inmediatamente transportado a la batalla final del juego.
Pero no fue así, si no que unas gárgolas me alzaron y me llevaron volando hacia una enorme e increíble ciudad: Anor Londo. Quedé absolutamente maravillado por la solemnidad y la sensación de absoluta omnipotencia que transmitía aquel lugar con su majestuosa arquitectura, sus tonos ocres, su luz dorada proveniente del sol y la magnificencia del tamaño de aquel lugar. Fue algo realmente fascinante para mí. Poco a poco y muy a regañadientes conseguí avanzar a través de aquel imponente lugar y de los guardianes que defendía aquella hermosa capital, entre ellos caballeros enormes de metal, una especie de insectos? humanoides con muy mala leche y los temibles caballeros negros. Seguí avanzando y, tras sucumbir durante veces y veces a través de los enormes complejos que contenían la ciudad, llegué a un lugar magnífico en su construcción: una enorme Catedral.
Y lo que me encontré al adentrarme en esa catedral fue algo aún más impresionante: Un enorme verdugo de proporciones colosales con un martillo de también proporciones colosales se encontraba al final de la catedral y, junto a él, tras descender de un pequeño balcón, un imponente guerrero con una increíble armadura dorada y una enorme lanza que transmitían que aquel guerrero debía ser alguien honorable, poderoso y al que respetar.
Y así comenzó mi combate contra estas bestias. Comenzó a sonar una música absolutamente maravillosa y épica de fondo. Ornstein comenzaba a arremeter incesantemente contra mí a punta de lanza, mientras que Smough iba soltando martillazos aleatorios por donde quisiera que yo pasara mientras la música se intensificaba cada vez más y el combate se iba volviendo cada vez más frenético, lanzando más ataques cada vez más rápidos hacia mí, en donde yo me sentía una simple cucaracha al lado de estas dos grandes figuras. También, la música iba in-crescendo ofreciéndome momentos demasiado heroicos y épicos y señalándome de alguna manera que lo que yo estaba haciendo no era algo correcto, que había profanado el descanso de estos dos seres superiores a mi ínfima existencia y que no lograría contarlo.
Y entre tantos estímulos que estaba recibiendo tanto visuales como auditivos y sensoriales al tener que reaccionar cada vez más rápido a los mandos si no quería sucumbir de inmediato, fue cuando me dí cuenta de que Dark Souls era una absoluta obra maestra y que trascendía completamente lo que un videojuego significaba. Nunca me había sentido tan emocionado a los mandos de un videojuego, el feelsense que estaba recibiendo de aquella batalla era absolutamente impresionante y como digo, los estímulos me tenían en un completo estado de éxtasis. Lo que este videojuego había logrado en tan solo un nivel (EL NIVEL) casi no lo había logrado ningún otro tras 25 años jugando toda clase de videojuegos.
Y nada, que venía a contaros esto porque al escuchar el track no he podido evitar rememorar aquellas sensaciones de cuando me enfrenté a estos dos durante las primeras veces que lo intenté. Algo completamente extraordinario y de momento creo que irrepetible.
Y para vosotros cual fue el momento que os hizo decir: "Guau, esto va más allá de los videojuegos."??
Un saludo