Yo no echo de menos ninguna comida en concreto. Mi abuela y mi padre cocinaban muy bien y ya apenas como nada hecho por ellos. Pero lo que sí echo de menos era que me cocinase alguien y que siempre estuviese rico. También echo de menos comer como comía, sin preocuparme de calorías, grasas, proteínas y esas cosas.
He cambiado mucho de dieta, porque la que me daba mi familia no era sostenible. Claro que un filete de pollo empanado con unas patatas fritas, un refresco, un poco de mayonesa, un poco de ketchup y una ensalada mixta con medio litro de aceite está mucho más rico que mi versión actual de pollo a la plancha con especias, patatas especiadas al horno y una ensalada de tomate con un poco de aceite virgen extra, con agua y sin salsas. Pero lo anterior no era sostenible ni saludable. Y no estoy obsesionado con los macros ni solo como arroz y pollo, pero intento comer variable, equilibrado y sin excesos.
No echo de menos ningún guiso, porque esos sí que puedo replicarlos con alimentos y cantidades más saludables.