Pues sí, llego el dia en que el amor por el trabajo perfecto donde estaba, se acabó.
Dos años y dos meses perfectos, después vinieron siete meses tratando de animarme, de ver el lado bueno de las cosas, de pegar post its con mensajes alentadores a un costado de la pantalla, pero no, la verdad es que la motivación no es la misma.
En plan desahogo haré el cuento corto, hace siete meses una empresa mucho más grande compro la start-up donde trabajo desde hace más de dos años, y aunque nadie perdio su empleo (lo cual esta muy bien) si que cambiaron muchas cosas a pesar de que se nos aseguró de que no sería así.
Primero los obvios cambios de plataforma, nueva dirección de correo y esas cosas perfectamente normales; pero después empezamos a notar que teniamos que enrolarnos en un montón de plataformas, completar cursos de ética, responder cuestionarios sobre lo que se nos mostraba en las presentaciones, instalar software específico en nuestras portátiles y así, recuerdo que hubo una época en que cada semana había que completar un entrenamiento distinto (que no tenía nada que ver con la labor que hacemos que es mas bien técnica), pasamos de ser un equipo bastante compacto de unas cincuenta personas a fundirnos en un mar de mas de novecientas.
Y empezaron las actividades ridículas, por ejemplo hace poco se nos pedía que nos grabaramos y enviaramos un video intentando vender el producto en cuestión, lo cual a los que trabajamos en el área técnica nos parecia absurdo, no solo era absurdo, nos quitaba tiempo para poder... Trabajar.
En fin, ya no veo aquel curro perfecto y soñado donde estaba como tal; lo asumo como que de verdad nada dura para siempre y si no me siento bien donde estoy, puedo marcharme a otra parte sin más. Pero la sensación de luto sigue ahi.
Mientras escribo este post estoy postulandome a varios trabajos. Muchos se apegan a mi perfil laboral, otros se salen un poco, pero creo que tengo bastante oportunidad. Soy optimista.
¿Has pasado por algo similar?