hanfri escribió:@Luis14 El soundbreaking no lo he visto, y sin ser un experto en el tema, creo que George Martin tenía más peso como arreglista, siendo también la "mano invisible", la diferencia, creo, es que Phil Spector personalizó más ese trabajo, en su momento fue más mediático él como productor que George Martin, a quien se ha descubierto más posteriormente, y que en su momento era parte de algo mucho más grande.
Phil Spector hizo más cosas, más pequeñas que The Beatles, y él era el denominador común. George Martin fue parte del fenómeno The Beatles, y ha sido a posteriori, analizando ese fenómeno, cuando se ha descubierto su figura. Sin Spector, seguramente no nos hubiéramos preguntado quién era el productor de The Beatles.
Ya te digo que no soy un experto, y es simplemente mi opinión.
El propio Phil Spector hablaba a menudo de basarse en el trabajo que venía realizando con otro productor, no recuerdo el nombre ahora.
Phil Spector era "freelance"; George Martin hasta más o menos 1966, era un empleado más de la EMI.
Phil Spector haría lo que fuese por ganar más dinero. George Martin trabajaba lealmente y se esforzaba al máximo por engrandecer y honrar a su empresa de toda la vida.
En síntesis, Phil Spector masterizaba los discos pensando en vender discos, en el estado de la moda en el ámbito de la música grabada; George Martin masterizaba los discos pensando en la música en sí y en aprovechar lo mejor posible las ventajas técnicas de los equipos disponibles.
A día de hoy, la gente se sigue sorprendiendo con la calidad de sonido que se obtiene de los "viejos" másters analógicos de la Parlophone.
Posibles errores de mercadotecnia reconocidos por él: no incluir en LP's canciones como "We can work it out" o "She loves you" (cosa que sí hizo la filial norteamericana, Capitol)
Irónicamente, y esto es poco conocido, cuando los Beatles se convierten en celebridades, y George Martin pide un aumento de sueldo (porque era un mero empleado) a su empresa EMI, ésta le dice que cualquiera puede producir discos, que él es un mero empleado más, y que si no está conforme, que ya sabe donde está la puerta. George Martin da un salto de fe, se despide, y monta su propio estudio. Todo el mundo le auguraba el fracaso (y no volver a ser contratado nunca por EMI) pero, sorprendentemente, los Beatles exigen su presencia, exigen su producción, y la EMI, a regañadientes, tiene que pagarle, esta vez como "freelance", y es como freelance como George Martin conocerá la fama y el reconocimiento.
Sin ese salto de fe al vacío, George Martin posiblemente hubiera seguido siendo un trabajador gris de la cadena discográfica cuya importancia sería mucho menor.
Yo creo que hay que apuntar algunos detalles: George Martin era músico de carrera. Era capaz de escribir y leer música a niveles profesionales (como demostró escribiendo numerosas veces partituras para las grabaciones de los Beatles) y otra cosa poco recordada, era un experto en grabación de voz, porque había grabado muchos discos cómicos, de monólogos graciosos. Esto lo hizo durante años porque Parlophone era un sello de poca importancia y se dedicaba entre otras cosas a la grabación de discos cómicos.
Entonces tenemos a un músico profesional, que sabe leer y escribir música, que sabe grabar la voz, y que cuando graba en el estudio, piensa como un músico, no como un técnico.
¿En qué detalles se nota este pensamiento? En la forma de ordenar las pistas, y en la forma de de masterizar tanto en mono como en estéreo, los másters.
George Martin tenía un dominio absoluto de la técnica monoaural, porque empezó grabando en magnetofones Studer Revox de 2 pistas. Para usar esos magnetofones tienes que tener las ideas muy claras, y para sacarle el mayor partido, tienes que usar la microfonía de forma magistral. Un error en el ángulo del micrófono, te puede hacer perder respuesta en frecuencia.
Otro detalle que demuestra que George Martin pensaba como un músico y no como un técnico, está en que trataba de no abusar de la compresión. Hay que tener en cuenta que en la grabación magnética a principios de los sesenta, se puede aprovechar un máximo nivel dinámico de unos 65 dB. Parece poco, pero es un margen muy bueno si se llega a saber aprovechar. Hoy irónicamente los discos comerciales editados en CD tienen un margen dinámico de ¿2, 3 o 5 dB? Seamos serios, hoy el margen dinámico ya podemos decir que es un dato técnico casi irrelevante.
Entonces, cuando grababa a los Beatles, los estaba grabando como si fueran un cuarteto de música clásica. Ajustaba las pistas según las sinergias entre las notas musicales.
Después hacía una mezcla en mono que sonaba absolutamente soberbia. Él mismo declaró que las auténticas mezclas, las mejores, son las monoaurales. Escucha por ejemplo "Help!" editado en mono. Fíjate, porque este es un detalle revelador, en la voz solista y las armonías. Esta es una grabación de cuatro pistas mezclada a mono:
La mezcla de las 4 pistas es perfecta en mono: todas las fases son perfectas. Todos los instrumentos y las voces encajan a la perfección... ¡musicalmente!
Ahora escuchemos la misma canción, las mismas 4 pistas, mezclada en estéreo
Esto suena perfecto pero... ¿no notáis que cierto efecto en las voces ha cambiado?
La realidad, constatada por expertos, y coleccionistas, es que TODAS las mezclas mono de los discos de los Beatles, suenan DIFERENTE, que las mismas canciones en estéreo.
George Martin aplicaba unos criterios honestos en las mezclas. Por ejemplo cuando las voces suenan por un lado, y los instrumentos por el otro, en las canciones del primer disco de 1963, esto es así porque cuando se grabó el máster (en un Studer Revox de 2 pistas, usando un segundo magnetofón para regrabaciones) se hizo en 2 pistas. Por tanto, Martin en vez de poner las dos pistas en un falso estéreo usando un "reverb" o un "flanger" o abusando de la horrorosa técnica de la diafonía (crear un falso estéreo) lo que hace es ponerte el máster tal cual, balanceando una pista a la izquierda y otra a la derecha. Eso es lo que hace un músico preocupado por la música.
George Martin es un productor que construye, desde cero, y con medios limitados, discos que permanecen en el tiempo y que han quedado como lecciones de producción musical.
Phil Spector fue un buen productor COMERCIAL, que supo aprovechar el "boom" inicial de las grabadoras multipista; se le llamó en 1970 para arreglar el desastre del disco "Let it be" y lo que hizo después de estudiarse las canciones, fue meter coros etéreos y orquestas. Una decisión comercial óptima. Quizá no la mejor decisión desde el punto de vista musical.