No es que la literatura deje que desear. Es que resulta descontextualizada y sin atractivo para ti. Y pongo un ejemplo: si me ofrecen una apasionante novela ambientada en el siglo IX, muy posiblemente no me interese para nada, porque existe una enorme desconexión entre la Edad Media y la actualidad. Pues esa desconexión existe también entre el siglo XIX, el XX y la actualidad, ya que estamos inmersos en la Era de la Información, y en los últimos 30 años las nuevas tecnologías lo han cambiado todo tanto que hasta una serie de TV de los años noventa se ve ya como de hace doscientos años porque no hay tablets, móviles, redes sociales, etc.
Sin embargo, los escritores del siglo XIX y XX tienen la ventaja de la inexorable criba del tiempo. Sólo han sobrevivido los mejores. Porque si consultamos un archivo inmenso como el que tiene la Biblioteca Nacional de España (disponible online) veremos que hay infinidad de obras literarias, ensayos, etc. contemporáneos a los grandes autores universales, que nadie recuerda hoy. Y no son recordados por muchas razones, principalmente, que son irrelevantes o no ofrecen nada nuevo, o son copias más o menos disimuladas de grandes obras de la literatura (fenómeno muy extendido: siempre hubo gente oportunista que saca un libro tratando de auparse en el éxito de otro autor)
Tampoco se lee como se leía antes, ni leen las mismas personas. Y hay muchísima prisa por acabarlo todo, algo que va contra la literatura, que precisamente reclama tiempo y lentitud.
Falta también estudio, muchas horas de estudio, paciencia, y autocrítica. Mucha autocrítica. Un autor debe, como decía Ernest Hemingway, escribir borracho, y corregir sobrio.
Algunos escritores, como Camilo José Cela, lograron el éxito a base de perseverar. Por ejemplo antes de escribir "La Colmena", el autor había escrito varios libros con el mismo tipo de narrativa, "Charlas de café" por ejemplo. Esa experiencia previa lanzando al mercado varios contenidos, ensayo-error, produce un aprendizaje que permite dar con la clave de lo que le gusta al público, y conseguir que el siguiente libro sea mejor.
Después creo que en el mundo editorial hay libros escritos para personas mayores con dinero. Así de claro. La tipografía es generosa (ya que se trata de personas que tienen vista cansada) y los argumentos, casualmente, se remontan a la época de infancia o juventud de esas personas mayores. Ahí el éxito está en encontrar algo que se relacione emocionalmente con el lector, y no realmente en dar algo especialmente valioso en cuanto a literatura.
Ya anticipo que dentro de veinte o treinta años, habrá libros y series de TV ambientadas en la década de 2020, o 2010, estilo "Cuéntame" o similares, y los cincuentones/sesentones de la época se emocionarán leyendo esos libros, del mismo modo que mucha gente ve "Cuéntame" o las diversas series ambientadas en el franquismo.