A medida que uno profundiza en el catálogo de PSX descubre que la variedad de juegos no se limita sólo a la mera cantidad sino que dentro de esa basta cantidad de juegos existe a su vez una pequeña variedad que pasa el corte de calidad en casi todos los géneros. Hoy le ha tocado el turno a Chocobo Racing, pero os aseguro que sucede con otros muchos géneros. Os recomiendo aunque sólo sea jugando 5 minutos que os metáis un maratón de juegos un día porque seguro que descubrís cosas que os sorprenden.
Chocobo Racing es uno de los muchos juegos que aparecieron tras el éxito de Mario Kart 64 para intentar aprovechar la fama que estaban teniendo los juegos de la saga Final Fantasy. Pero lejos de conformarse con ser un simple clon directo se atrevía a plantear sus propias reglas y mecánicas, las carreras por diversos circuitos inspirados en la saga será la base por supuesto; pero cada personaje tendrá una habilidad especial propia que podrá ser más o menos útil según el circuito. Por ejemplo, Chocobo tiene un turbo que resulta muy útil en circuitos con grandes rectas o semicurvas, pero totalmente inútil en circuitos más enrevesados porque lo único que consigues es comerte leches por todos lados.
Además, el sistema de objetos clásico de Mario Kart ha sido cambiado por un sistema de magias que encaja más con lo que conocemos de la saga Final Fantasy. El sistema no es excesivamente difícil de entender, pero sí un poco dominar y saber usarlo correctamente, a medida que corremos podremos romper "cajas" que nos otorgarán un tipo de magia aleatorio (fuego, hielo, etc) desde este mismo momento podremos lanzar su efecto, pero el sistema no termina aquí, ya que podremos decidir conservar la magia para seguir rompiendo cajas y conseguir magias del mismo elemento y así subir el hechizo hasta el nivel máximo 3. Sobra decir que cada nivel del hechizo es diferente al anterior y por lo general más potente, aunque esto también implica estar más tiempo recolectando magia.
Por otro lado, Chocobo Racing tiene un control bastante bueno y además incorpora ya un sistema de derrape para tomar las curvas muy similar al actual Mario Kart 8 que resulta imprescindible dominar para completar el juego. Tiene uno de los modos historia más bonitos, largos y rejugables que he conocido en este género, a través de un cuento plegable se va narrando la historia de Chocobo viajando por el mundo en busca de cristales y haciendo amigos, evidentemente ganando carreras, esto hace que a medida que avanzamos en la trama tendremos nuevos personajes, y sus habilidades, a elegir para las siguientes carreras. A medida que vamos completando el modo historia se seguirán desbloqueando más personajes secretos, no recuerdo ahora mismo cuantas veces había que pasarse el modo historia, pero tras varias veces se desbloquean personajes tan míticos como Cloud, Squall o la invocación del Cactus. En total se pueden tener hasta 18 personajes a elegir para competir en 10 circuitos.
Si bien el modo principal es la historia, el juego cuenta con otros modos clásicos: Time Attack, Carrera de Relevos, GP Mode que sería la clásica copa de los MK y el modo versus para correr contra la máquina o contra un amigo. Como podéis ver, va bien servido de modos de juego y contenidos, pero es inevitable no mencionar su mayor carencia: no incluye un modo para cuatro jugadores como la competencia estrella de su generación (MK64 o CTR).
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