Empresa del vicepresidente de la CEOE adeuda 3 millones a Hacienda

La antigua empresa del comedor del Congreso tiene 3 millones de deuda pendiente con Hacienda.

La Agencia Tributaria ha comunicado al Congreso que el Grupo Cantoblanco del vicepresidente de la CEOE y presidente de la patronal madrileña (CEIM), Arturo Fernández, tiene pendiente una deuda de más de tres millones de euros, por lo que ha ordenado mantener el embargo de todos los cobros pendientes.

Hacienda se lo comunica a la Cámara Baja porque la empresa de Arturo Fernández tenía hasta el pasado 1 de enero la concesión de los servicios de restauración en la sede parlamentaria. La diligencia de embargo, se ha enviado tanto a la Mesa del Congreso como a los grupos parlamentarios por si tuvieran todavía alguna factura pendiente de pago con Cantoblanco.

Se trata del segundo escrito de este tipo que recibe el Congreso en pocos meses, pues el pasado noviembre llegó otra diligencia de embargo en la que la deuda, a 22 de octubre, se situaba en 416.865,66 euros, seis veces menos.

Se ha multiplicado por seis


En esta nueva diligencia de embargo, con fecha de 21 de febrero, se habla de una deuda de 3.093.199,02 euros, incluyendo el recargo, los intereses y las costas del procedimiento de apremio.

Tras conocerse la diligencia de embargo, el presidente de CEIM explicó que la deuda se refería a una sociedad de su grupo que "en su época" fue concesionaria de los servicios de restauración del Congreso, "pero que ahora no funciona ni tienen ningún tipo de negocio".

Y semanas después dio por resuelto el tema asegurando que el Congreso ya se había pagado sin problemas tras aclarar las cifras con Hacienda. "Los empresarios, después de una larga crisis, pagamos nuestros tributos, naturalmente, a plazos, ya sea la seguridad social o tributos de hacienda", dijo.


Fuente.

Foto del angelito, cuyo principal logro en la vida ha sido ser compañero de pupitre de Esperanza Aguirre.

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Y sí, a muchos es posible que os suene la cara (dura) de este hombre. Uno de esos que van dando lecciones a los demás de qué hacer y qué no. Pero que también no duda en pagar en negro cuando toca a sus empleados mientras nos dice, digno él, que hay que subir la edad de jubilación.

Uno más de los que pese a no haber dado un palo al agua en su vida se encuentran, por arte divino, entre las élites a las que debemos amamantar.
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