Atmósfera protectora escribió:Garranegra escribió:Ya veo, que a la gente el que multen a indigentes se la sopla bastante
Yo he dicho que es lamentable, los demás no sé.
Si quieres que desarrolle más, me parece que esperan que los mendigos les paguen el desastre de Eurovegas y los Juegos.
Lógicamente los mendigos no tienen dinero, así que no sé... igual hacen un programa tipo Cazasubastas, "hoy subastamos una espectacular chaqueta de mendigo, la primera puja son 50 euros".
Armin Tamzarian escribió:Pues esto es mejor. ¿Multarías al cliente y estarías a favor de no multar al camello?
Yo no veo el problema en que haya demanda ni que sea rentable. El problema lo veo en que no se estén persiguiendo a esas mafias. Igual es que no interesa demasiado, porque ya se sabe la postura que se ha tomado políticamente con la prostitución toda la vida... No existe... Ignoradla y desaparecerá.Atmósfera protectora escribió:Sí, de forma correctiva para que dejes de hacerlo.
¿Y por qué tienen que corregir nada?
Robertounocero escribió:Las prostitutas son unas pro etarras y los mendigos también.
Y drogarse es de maricones y de gente con pendiente.
Atmósfera protectora escribió:
Las drogas más flojas, como los petas, sinceramente me dan igual, que se legalicen ya porque estamos perdiendo el tiempo persiguiendo a simples fumadores.
Los clientes de prostitutas tienen que corregir su comportamiento, en mi opinión, porque por mucho que la prostitución sea un oficio tradicional (véase mi opinión sobre las fiestas con toros) lo cierto es que no es un oficio necesario.
Lo que pasa es que sería una Ley Seca, prohibimos eso y se levanta España.
Y por eso digo lo de educación, porque si un trabajador raso pudiera trabajar 5 horas al día en vez de 8, y tuviera dinero para disfrutar un poco de la cultura y el ocio de su ciudad más cercana, la sociedad cambiaría y los índices de prostitución también.
Pero claro, si el PP roba esas horas, ese dinero y ese ocio para sí (y quien dice PP dice los ricos conservadores en sentido general), y los demás no tienen ninguna perspectiva feliz, pasa lo que pasa.
La prostitución es un síntoma de un problema más grande, me vale. Pero también es un problema por sí mismo, y habrá que hacer algo con él algún día.
Atmósfera protectora escribió:Los clientes de prostitutas tienen que corregir su comportamiento, en mi opinión, porque por mucho que la prostitución sea un oficio tradicional (véase mi opinión sobre las fiestas con toros) lo cierto es que no es un oficio necesario.
Atmósfera protectora escribió:Y por eso digo lo de educación, porque si un trabajador raso pudiera trabajar 5 horas al día en vez de 8, y tuviera dinero para disfrutar un poco de la cultura y el ocio de su ciudad más cercana, la sociedad cambiaría y los índices de prostitución también.
Pero claro, si el PP roba esas horas, ese dinero y ese ocio para sí (y quien dice PP dice los ricos conservadores en sentido general), y los demás no tienen ninguna perspectiva feliz, pasa lo que pasa.
corlinha10 escribió:Cada dia que pasa los politicos no dejan de sorprenderme, querer multar a un sin techo es lo mas lamentable que se les podia ocurrir, ojala algun dia toda esta mierda que nos gobierna acabe durmiendo en la puta calle y apaleados con unos buenos bates
Ningún país se sostiene con jornadas de 5 horas.
Atmósfera protectora escribió:Ningún país se sostiene con jornadas de 5 horas.
Porque no quiere. Bajando el nivel de vida, se baja el nivel de producción y arreando.
amchacon escribió:Atmósfera protectora escribió:Ningún país se sostiene con jornadas de 5 horas.
Porque no quiere. Bajando el nivel de vida, se baja el nivel de producción y arreando.
Al reves, si baja el nivel de vida hay que trabajar más para mantenerlo.
amchacon escribió:Ningún país se sostiene con jornadas de 5 horas.
Tampoco el tiempo es la solución a nada.
DemonR escribió:seaman escribió:Pues las hijas de los políticos se van a quedar sin clientela.
Seran las madres, no?
amchacon escribió:Ningún país se sostiene con jornadas de 5 horas.
Tampoco el tiempo es la solución a nada.
La técnica moderna ha hecho posible reducir enormemente la cantidad de trabajo requerida para asegurar lo imprescindible para la vida de todos. Esto se hizo evidente durante la guerra. En aquel tiempo, todos los hombres de las fuerzas armadas, todos los hombres y todas las mujeres ocupados en la fabricación de municiones, todos los hombres y todas las mujeres ocupados en espiar, en hacer propaganda bélica o en las oficinas del gobierno relacionadas con la guerra, fueron apartados de las ocupaciones productivas. A pesar de ello, el nivel general de bienestar físico entre los asalariados no especializados de las naciones aliadas fue más alto que antes y que después. La significación de este hecho fue encubierta por las finanzas: los préstamos hacían aparecer las cosas como si el futuro estuviera alimentando al presente. Pero esto, desde luego, hubiese sido imposible; un hombre no puede comerse una rebanada de pan que todavía no existe. La guerra demostró de modo concluyente que la organización científica de la producción permite mantener las poblaciones modernas en un considerable bienestar con sólo una pequeña parte de la capacidad de trabajo del mundo entero. Si la organización científica, que se había concebido para liberar hombres que lucharan y fabricaran municiones, se hubiera mantenido al finalizar la guerra, y se hubiesen reducido a cuatro las horas de trabajo, todo hubiera ido bien. En lugar de ello, fue restaurado el antiguo caos: aquellos cuyo trabajo se necesitaba se vieron obligados a trabajar largas horas, y al resto se le dejó morir de hambre por falta de empleo. ¿Por qué? Porque el trabajo es un deber, y un hombre no debe recibir salarios proporcionados a lo que ha producido, sino proporcionados a su virtud, demostrada por su laboriosidad.
Ésta es la moral del estado esclavista, aplicada en circunstancias completamente distintas de aquellas en las que surgió. No es de extrañar que el resultado haya sido desastroso. Tomemos un ejemplo. Supongamos que, en un momento determinado, cierto número de personas trabaja en la manufactura de alfileres. Trabajando -digamos- ocho horas por día, hacen tantos alfileres como el mundo necesita. Alguien inventa un ingenio con el cual el mismo número de personas puede hacer dos veces el número de alfileres que hacía antes. Pero el mundo no necesita duplicar ese número de alfileres: los alfileres son ya tan baratos, que difícilmente pudiera venderse alguno más a un precio inferior. En un mundo sensato, todos los implicados en la fabricación de alfileres pasarían a trabajar cuatro horas en lugar de ocho, y todo lo demás continuaría como antes. Pero en el mundo real esto se juzgaría desmoralizador. Los hombres aún trabajan ocho horas; hay demasiados alfileres; algunos patronos quiebran, y la mitad de los hombres anteriormente empleados en la fabricación de alfileres son despedidos y quedan sin trabajo. Al final, hay tanto tiempo libre como en el otro plan, pero la mitad de los hombres están absolutamente ociosos, mientras la otra mitad sigue trabajando demasiado. De este modo, queda asegurado que el inevitable tiempo libre produzca miseria por todas partes, en lugar de ser una fuente de felicidad universal. ¿Puede imaginarse algo más insensato?
La idea de que el pobre deba disponer de tiempo libre siempre ha sido escandalosa para los ricos. En Inglaterra, a principios del siglo XIX, la jornada normal de trabajo de un hombre era de quince horas; los niños hacían la misma jornada algunas veces, y, por lo general, trabajrán doce horas al día. Cuando los entrometidos apuntaron que quizá tal cantidad de horas fuese excesiva, les dijeron que el trabajo aleja a los adultos de la bebida y a los niños del mal. Cuando yo era niño, poco después de que los trabajadores urbanos hubieran adquirido el voto, fueron establecidas por ley ciertas fiestas públicas, con gran indignación de las clases altas. Recuerdo haber oído a una anciana duquesa decir: "¿Para qué quieren las fiestas los pobres? Deberían trabajar". Hoy, las gentes son menos francas, pero el sentimiento persiste, y es la fuente de gran parte de nuestra confusión económica.
Wolfoo escribió:Al paso que vamos Madrid va a multar hasta sacarse un moco en la calle que puto asco.