La prepotencia tiene costos. Mientras los sudacas hemos aprendido a vivir en un ambiente económicamente cada vez más estable, sano y en crecimiento, los euracas, que nos trataban despectivamente, son ahora los bárbaros. Como siempre culpan al sector privado: burbuja inmobiliaria y especulación financiera. Pero ocultan que la crisis la crearon sus propios políticos que creyeron que Europa se gobernaría como un solo país. En 1999 adoptaron el Euro y el Banco Central Europeo, un poder sin contrapeso en política monetaria. Después el Pacto de Estabilidad y Crecimiento limitando el déficit fiscal al 3 % de su PIB. Jack Delors, el gran burócrata de la UE abogó por la Constitución Europea que entregaba parte de la soberanía de los países a una supraburocracia que no sería elegida por voto popular sino que por las burocracias locales. Hollande, gran admirador de Delors, fue un ardientemente partidario. Su actual Ministro de Relaciones Laurent Fabius, a la sazón Ministro de Hacienda, decididamente contrario. Finalmente, Francia y Holanda rechazaron el referéndum y la UE se quedó trunca, sin constitución, con un acuerdo de disciplina fiscal que es letra muerta y un supra poder a cargo de la política monetaria. Ese es el verdadero problema. En esas condiciones la Unión Europea nunca debió existir porque irremediablemente se produciría y se ha producido el conflicto entre sus miembros menos desarrollados y los más desarrollados.
Robert Mundell, premio nobel de economía, es el autor de las áreas monetarias óptimas. Funcionan bien cuando existe movilidad de factores productivos, como Estados Unidos y Canadá. Si hay un “boom” en California, suben los salarios y se produce una migración desde el este. Cuando se restablece el equilibrio los salarios dejan de subir, incluso pueden bajar, pero también suben en Nueva York. Lo mismo sucede con el capital. Pero en Europa no funciona. El PIB del sur es inferior al del norte, más desocupación, más pobreza, pero la política monetaria la dicta el norte, con alto empleo y sin inflación, entrando en conflicto con el sur. Hay movilidad del capital, pero no laboral. Si bien no hay barreras legales para las migraciones, las hay y grandes: idiomas diferentes, religiones diferentes, costumbres diferentes, etnias diferentes, que frenan las migraciones balanceadoras.
En este entorno, todos y principalmente los países del sur comenzaron a violar la regla del 3 % del déficit fiscal para otorgar beneficios populistas: jubilaciones prematuras, reducción de jornadas laborales, abundantes feriados, subsidios de todo tipo, burocracia creciente. Hace ya muchos años que la deuda pública sobrepasó el 70 % del PIB: Irlanda (1981), Italia (1988), Grecia (1990), Portugal (2006), Francia (2008), España (2010). Todos los políticos sabían que vendría un reventón, pero no tuvieron el coraje para parar el irresponsable populismo. Peor, aun prometen resolver la crisis sin postergar el crecimiento. Imposible. Puede que Grecia y algún otro se salga del Euro para poder crear inflación y desvalorizar la deuda. Pero también es posible que ante la presión para que el Banco Central Europeo produzca inflación, Alemania y alguno de los países disciplinados del norte abandonen el Euro… y tal vez la propia Unión. Mientras tanto, desde este lado los sudacas conocedores de estas crisis les enviamos la amarga receta
FUENTE :
http://www.temas.cl/?p=19437