La pasta térmica que trae es suficiente para salir del paso, evidentemente si la trae puesta es que ha sido probada.
Siempre es recomendable quitar esa y poner una buena, la pasta de stock es lo más básico de lo más básico. Para quitarla, se frota con un algodón empapado en alcohol y ya está, luego aplicas una capa lo más fina posible en el refrigerador y el disipador y lo montas. No eches un churro como si estuvieras echando pasta de dientes, que si no, al colocarlo rebosará por los lados y la lías.
Si no quieres liarte, tira con la que lleva.