Me parece un tema muy interesante:
Yo me siento español como el que más, defiendo mi bandera y me alegro por las victorias deportivas de mis compatriotas, pero en realidad, si lo pensamos fríamente, las nacionalidades que defendemos cada uno (Española, Estadounidense, Italiana, o cualquier otra) no son ni más ni menos que construcciones artificiales establecidas por personas largos siglos atrás muertas. La península ibérica existía mucho antes de que existiesen los portugueses o los españoles; América existía antes de que la colonizásemos españoles e ingleses.
Las fronteras son creaciones artificiales establecidas por los humanos (por mucho que en muchos casos coincidan con barreras geográficas tales como cordilleras montañosas, ya que esto se suele deber a que dichas barreras han impedido a ambos pueblos seguir expandiéndose hacia el otro), y a fin de cuentas a lo largo de la historia han servido para poco más que crear disputas: desde imperios que expandían su territorio a base de espadas hasta el "tipo ese de aquel pueblo que mató a su vecino por que le movía la linde del campo". La teoría de "ciudadanos de un lugar llamado mundo" no es nada descabellado y me parece mucho más acorde con la naturaleza que el sistema de fronteras que nos hemos ido inventando.
El extremo de esto puede verse en África... ¿Habéis mirado alguna vez un mapa político de África? Se ve a un kilómetro que está hecho con escuadra y cartabón: Esas fronteras no son más que líneas delineadas por los que se repartieron en su día el pastel.
A mi modo de verlo, por tanto, las fronteras y nacionalidades, por mucho que las hayamos acabado convirtiendo en sentimientos de orgullo o repulsa, no son más que otra herramienta política para que los que están arriba puedan controlar mejor el cotarro y repartirse el pastel.
Jamás me entrará en la cabeza que alguien pegue un tiro en la nuca a otra persona a la que ni siquiera conoce simple y llanamente por defender que "su tierra" debe ser independiente de "otra tierra" o por que "esa otra tierra" debe formar parte de "su tierra", y esto se puede aplicar tanto a terroristas de ETA o IRA como a Israelíes, Chinos (preguntad a los tibetanos), etc.
Se que las fronteras cumplen su función, es en principio necesario dividir el territorio para dirigirlo y administrarlo mejor, pero de ahí a exaltar los sentimientos nacionalistas (ya sean separatistas como los independentismos catalanes, vasco o irlandés, o de naciones establecidas, como el españolismo, patriotismo americano, etc) hasta el punto de acabar a palos con el vecino de dos calles más allá...... es algo tan ilógico como antiguo.
Para el autor/a del hilo: Me parece perfecto que tengas una mentalidad tan abierta, es lógico que sintamos especial predilección por la tierra que nos ve nacer, pero eso no debería hacer sintamos desprecio hacia el prójimo simplemente por que ame otra tierra.
Tema aparte sería la repulsa que ciertas actitudes (nacionalismos catalanes o vasco, por ejemplo) extendidas en ciertos territorios están provocando en el resto del mundo: Defiendo lo que he dicho, pero cada vez que veo manifestaciones violentas de catalanes que defienden su "catalanismo" tirando piedras a comercios, quemando banderas españolas, insultando a quienes no se manifieste..., cada vez que leo que en escuelas catalanas resulta imposible estudiar en un idioma que no sea catalán o que en una ikastola enseñan una historia sesgada y se criminaliza al que dice sentirse español..... cada vez que veo algo de esto crece en mi, como en la mayoría de españoles, un sentimiento de repulsa hacia esa gente, y no por que defiendan la idea de tener una identidad propia y distinta a la del resto, si no por su afán de querer imponerlo por la fuerza a todos los demás y despreciar al resto como seres inferiores.
Me parece perfecto que cada tierra tenga sus costumbres y tradiciones, que nos diferencian del resto, pero cuando comenzamos a querer crear conflicto, cuando despreciamos a los de fuera por no "ser de nuestra tierra" o incluso al vecino que ha crecido contigo al otro lado de la calle por "no defender su identidad cultural".... nos volvemos tan despreciable como el emperador romano, el conquistador español o el dictador alemán que expandía sus fronteras a base de espada y pólvora.
PD: Soy malagueño, de padre malagueño y madre navarra. Conozco perfectamente y de primera mano el tema del que hablo ya que he vivido mucho tiempo en tierras en las que el nacionalismo de algunos está a flor de piel, sitios en los que uno, en determinados momentos, debe callarse y no hacer público lo que piensa o siente para evitar altercados.