La cuestión no es tanto el gasto de la fiesta y si se lo pagó de su bolsillo o fue a cuenta pública, porque ese tipo de festejos supongo que serán comunes en todas partes con esta clase de acontecimientos deportivos.
La cuestión es que un diplomático de carrera no puede aparecer en público diciendo nada de "dar por saco a los franceses". Por mucho contexto que tenga la foto, para su trabajo queda completamente desacreditado. Precisamente la diplomacia es el área en el que más se cuidan los aspectos protocolarios, y es por algo: todas esas normas y pautas de conducta (quien se sienta aqúí o allá, quien precede a quién, etc) se fijan con la intención de dejar claro cómo deben de actuar esas personas que representan a Gobiernos o países enteros para NO QUEDAR MAL, para NO OFENDER (ni al anfitrión, ni al huésped).