El asunto es que a finales de agosto me voy de Erasmus a Finlandia. En principio, pensaba llevarme el PC de sobremesa en el equipaje (de hecho tengo un hilo en modding al respecto), pero finalmente, es imposible.
El asunto es que el PC (un ordenador bastante potente comprado hace poco más de un año) se va a quedar en mi casa, muerto de risa, durante 8 meses. Para cuando vuelva, los componentes ya habrán perdido la garantía (acaba en mayo de 2013) y, evidentemente, habrán quedado "desfasados", porque habrá otros modelos muy superiores en el mercado.
Pues bien, he estado pensando en ello... Y he discurrido que quizás puede ser mejor vender algunos componentes (la gráfica, la placa base, y el procesador, ya que son los que "peor envejecen", y ahora podré sacarles bastante más dinero que de aquí a un año), y comprarlos nuevos cuando vuelva. Pero claro, eso me costará pasta, y no es que esté precisamente boyante... (Y después de todo el año fuera, menos, hoyga).
Como referencia, este es mi PC:
- ASRock P67 Extreme6 B3
- Intel i5-2500K
- AMD Radeon HD6950 2GB de MSI (modelo de referencia, con doble BIOS, y shadders desbloqueados)
- Y las cosas que en principio no vendería, y que son irrelevantes: 8GB RAM Corsair, una ASUS Xonar DX, FA, disipadores, ventiladores, caja, blablabla. Todo esto no lo vendería porque sé que para cuando vuelva nada se habrá quedado antiguo.
Sé que esto es una pregunta un poco de "adivinar", pero ¿qué creéis que pasará de aquí a un año con el hardware? ¿Perderé mucho dinero haciendo ese cambio? ¿Le sacaré mucho más ahora que todo tiene garantía? ¿Merecerá la pena, o no se habrá desfasado tanto?
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