Si por esa regla de tres, lo que te hace cambiar de opinión son las lágrimas, espera, dame direcciones que voy a pedirte unos eurillos, si me dices que no, cuatro lloros y fuera, a forrarme contigo

No seas tonto, hecha cojones y pon una báscula, sopesa lo bueno y lo malo, para que lado va el asunto ? Te compensa ? Y una vez tienes que pensarte dos y hasta tres veces lo que vas a decir por miedo a que se enfade... no se, yo no me lo pensaría mucho más, por que quieras o no, terminas quemándote y termina todo en discusiones siempre como bien te pasa.
Héchale cojones y al toro, que son lágrimas, y siempre llorará, si no ahora, cuando te vea, si no, cuando vayas a recoger lo tuyo ( si es que te largas tú o cuando vaya ella ).
Hay a veces que no entiendo como se puede complicar uno tantísimo la vida, a mí siempre me han dicho en casa que, cuanto más claros, más amigos.