La madre puede sacar tajada, es espabilada (y sin escrúpulos) y va.
La cadena ve el negocio, llama a la susodicha (en una muestra más de que es imposible ser más miserable) y la consigue.
Millones de personas despotrican contra esta señora y su hijo, pero sintonizan la cadena que les va a dar unos jugosos beneficios.
Para mí, los peores de todos, los que ve ese programa, y con mucha diferencia