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La crisis económica no parece haber cambiado el patrón de consumo de los españoles, que no tienen mayor reparo en acudir al crédito. El Corte Inglés, el mayor grupo de grandes almacenes de Europa, financió el año pasado ventas por valor de 7.819 millones de euros, una cifra que supone el 47,6% de su facturación total. Según consta en su Informe Anual 2010, hecho público ayer, la compañía continuó su imparable ritmo de emisión de tarjetas de compra, de las que ya ha logrado superar los 11 millones. Esta fórmula permite al cliente pagar a fin de mes o financiar en diferentes plazos sus adquisiciones.
La facilidad de financiación ha sido una de las anclas de la firma en todo el trienio de crisis. No en vano las operaciones aplazadas en el periodo han oscilado entre el 47% y el 48% de la ventas totales. “Aunque las dificultades del mercado continúen todavía durante algún tiempo, estamos en condiciones de afirmar que sabemos cómo darles respuesta: con una política basada en el esfuerzo de nuestros equipos profesionales (…) y con la fidelidad y confianza de nuestros clientes; una fidelidad y una confianza que se demuestran en los niveles de afluencia y el aumento del número de personas que disponen de nuestra tarjeta de compra, que alcanzó los 11,18 millones de usuarios “, aseguró Isidoro Álvarez, presidente de firma, durante la Junta de Accionistas celebrada ayer.
De todo el importe financiado, 5.558 millones corresponden a la tarjeta de compra de El Corte Inglés. Además del plástico, la compañía también concedió crédito a clientes a través de la denominada fórmula personal de pago, vía que generó 1.802 millones adicionales, con un alza del 2,3% respecto al año anterior. En lo que respecta a su actividad financiera, el Informe recoge que “los ingresos por todos los conceptos han sido de 165 millones de euros, con un beneficio neto de 42 millones”. Una cifra que mejora los 28 millones que las empresa se apuntó en 2009, gracias al mantenimiento de un tipos de interés moderados y a la menor morosidad.
“La contención en el crecimiento de los saldos de dudoso cobro, tras la fuerte subida del ejercicio anterior, ha contribuido a que las provisiones realizadas en el ejercicio 2010 sean significativamente inferiores a las registradas en 2009”, refleja el documento. Precisamente el Corte Inglés alertaba el año pasado de que “el aumento de la morosidad, como ha ocurrido de forma generalizada en el sector crediticio, ha supuesto un importante esfuerzo en dotaciones para la cobertura de insolvencias”. Todo pese a que existe la convicción en la casa de que, tras la hipoteca, es la cuenta de El Corte Inglés la que menos se impaga, ya que el cliente tiende a volver a sus centros.
En su conjunto, el Corte Inglés ganó el año pasado 319,4 millones de euros, un 13,5% menos que el año anterior. Se trata de la cifra más baja para la compañía en el siglo, aunque le permite mantener el paso en medio de una crisis económica devastadora para el consumo y las ventas minoristas. La firma también argumenta que ha mantenido el esfuerzo inversor a costa de ganar menos dinero. El año pasado se destinaron 1.015 millones a nuevos centros comerciales, casi la misma cantidad que en 2009. La facturación alcanzó unos más que meritorios 16.413,42 millones en plena crisis, un 0,3% más que el año anterior.
El lastre de la deuda
Uno de los mayores escollos que tiene que salvar la compañía en los próximos 18 meses es el elevado importe de la deuda a corto plazo, que se eleva hasta los 1.957,6 millones de euros desde los 1.254,3 del año anterior. Todo pese a que la sociedad todavía dispone de 1.877,8 millones en pólizas de crédito, lo que le convierte en una rara avis en un panorama financiero y empresarial español recorrido por la ausencia de crédito. Según se explica desde la compañía, la deuda que acumula se corresponde en su mayor parte con la adquisición de los terrenos del edificio Windsor y a la compra de acciones de la sociedad a algunos de sus accionistas hace apenas dos años.
En efecto, El Corte Inglés compró a la familia Reyzábal los activos de la inmobiliaria Asón, que incluían el solar del incendiado edificio y el 20% de Torre Picasso, por 480 millones de euros. Corría finales de 2006. Del mismo modo, a principios de 2009 el grupo cerraba la adquisición de un 6% de su capital a descendientes de uno de los fundadores. Una operación de la que no se dieron cifras pero que pudo haber rondado los 470 millones de euros. Según consta en su Informe Anual, el grupo incrementó los fondos propios en un 2,7% en el pasado ejercicio, hasta los 8.043,73 millones de euros.