El auto imputa a Pamiés, Ballesteros y García Hidalgo los delitos de colaboración con banda armada y revelación de secretos. Hay pendientes recursos de apelación que debe resolver antes la Sala Penal. Uno de los teléfonos investigados era de Camacho.
D. C. y J Sedano.
La investigación judicial sobre uno de los mayores escándalos de la democracia, conocido como el caso Faisán o el chivatazo a ETA, culmina con un auto de procesamiento.
“La resolución judicial acusa a Enrique Pamiés, ex jefe superior de la Policía del País Vasco, José María Ballesteros, inspector de Policía de Vitoria y Víctor García Hidalgo, ex director general de la Policía, de un presunto delito de colaboración con banda armada y revelación de secretos por avisar al aparato de extorsión de ETA de que se iba a llevar a cabo una operación judicial contra sus miembros”, explican fuentes judiciales a LA GACETA.
Asimismo, también hay que tener en cuenta que, durante las últimas semanas, Ruz ha estado muy centrado en la investigación de la SGAE, con la consiguiente toma de declaración de los detenidos y práctica de las diligencias. A esta situación de carga de trabajo del Juzgado Central de Instrucción número 5 hay que sumarle la reciente remisión por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid del sumario del caso Gürtel. En cualquier caso, la defensa del imputado Pamiés solicitó a Ruz una diligencia probatoria que lleva mucho tiempo para practicarla y de la que todavía se desconoce su resolución.
De esta manera, el auto de procesamiento significa que Ruz cierra el caso Faisán para elevarlo a la Sala Penal, que será la que enjuicie a los presuntos responsables de este escándalo policial.
“Ninguna sorpresa”
El que, de momento, ha eludido la acción de la Justicia ha sido el actual ministro del Interior y ex secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. El juez Ruz investigó que uno de los teléfonos móviles del Faisán pertenecía a Camacho. Su sombra de sospecha sigue planeando por este asunto. Un segundo teléfono en este caso procedente de un número fijo correspondía a una centralita del Ministerio del Interior. Además, el blindaje que Zapatero le hizo de la carrera fiscal –es decir, concederle servicios especiales–, está recurrido en la Audiencia Nacional.
Curiosamente, Antonio Camacho, no eludió ayer el hecho durante la toma de posesión como titular de la cartera de Interior, en un nuevo intento de ocultar las posibles implicaciones que puedan derivarse y, con ese afán, resaltó los avances en la lucha contra el terrorismo “desde el respeto más escrupuloso a la ley, al Estado de derecho y a la democracia, desde el ministerio y desde fuera de él”, y apostó por seguir en esta línea “fomentando la unidad de los demócratas y teniendo a las víctimas como referente moral”. Palabras que escondían la evidente intención de marcar el camino judicial.
En todo caso, y para evitar susceptibilidades, Antonio Camacho aseguró que “nada va a cambiar” en la política de su departamento tras la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba, porque ha compartido “de principio a fin” todas las decisiones adoptadas por su antecesor. En ese sentido, Camacho, que estuvo acompañado por José Bono, Manuel Chaves, Francisco Caamaño y Cristina Garmendia, vaticinó que no habrá “ninguna sorpresa” en su equipo porque “si las cosas funcionan no hay por qué cambiarlas”, en una muestra más de elogio compartido. Lo que no desveló Camacho fue quién será su sustituto al frente de la Secretaría de Estado de Seguridad. El nombre que circuló ayer fue el de Antonio Hernando, persona cercana al propio Rubalcaba y portavoz de Interior del PSOE en el Congreso, pero el propio Camacho no quiso pronunciarse al respecto.
En su discurso de despedida, Rubalcaba no cesó de elogiar a su sucesor al que calificó de inteligente, reposado, trabajador y con sensibilidad humana y social. “Por eso será un gran ministro. El presidente ha acertado con el nombramiento”, añadió. Rubalcaba, además, se felicitó por el descenso de la delincuencia, de la inmigración ilegal, de las muertes en carretera y por la lucha antiterrorista.
Fuente:
http://www.intereconomia.com/noticias-g ... aba-por-fa 