Flamígero escribió:miguelez escribió:Da gusto ver como mientras habla Obama a Hilary no se le caen los anillos de reconocerle que tiene razón en lo que dice, ni viceversa.
Ten en cuenta que son del mismo partido, no es raro que se traten bien y se den la razón. Más raro sería que le dieran la razón a Pallin.
Ahí Flamígero ha dado en el clavo. Si estás viendo un debate Clinton-Obama de la época de las primarias, ten en cuenta que están debatiendo entre miembros del mismo partido.
En ese tipo de debate, los candidatos pelean por ganar apoyos, pero nunca se olvidan de que, en caso de que no sean ganadores de la nominación, pueden estar peleando también por compartir el ticket electoral como candidato a Vicepresidente.
Y además, si alguno de los candidatos de primarias pone "excesivamente" a caldo a otro, cuando lleguen las elecciones generales el partido de enfrente (en este caso, los Republicanos) aprovechan ese tipo de descalificaciones en sus propias campañas (en plan: "Si Fulanito dice X de Menganito, siendo del mismo partido... ¿quién puede confiar en Menganito?").
No obstante, tienes
toda la razón en cuanto al dominio de la oratoria y de la retórica. El peor candidato a presidente americano (sí, incluso ese G.W. Bush al que nos encantaba tener por subnormal profundo) le podría dar bastante para el pelo a la mayoría de políticos de aquí. Pero en el fondo, es porque nosotros mismos no les exigimos más. Mañana sale Zapatero y cita a Platón, o se pone a llamar "hijoputas cabrones" a los del PP, y la reacción mayoritaria no cambiará: los del PP van a dejar de escucharle antes de la primera sílaba que le salga de su boca; los del PSOE van a votarle por ser "progresista" sin atender a más razones. Y viceversa, vamos.
Aquí lo primero debería ser aprobar un sistema de listas abiertas, a la de ya. Y si quieres ser candidato a escaño, gánatelo desde el principio, que no baste con ser amigo del amigo del que hace las listas...
@jas1, lo de Gallardón y Aguirre no debería ser malo ni raro. Lo realmente preocupante es cuando hay que aparentar ser amigo del alma de cualquiera que esté en tu partido, por el mero hecho de serlo. A ver si te crees que Obama y Clinton son amigos del alma, o que Sarah Palin tiene mucho en común con un republicano de Arizona (McCain) o uno de Nueva York (Michael Bloomberg, aunque va de independiente desde 2007)