No hay que hacer nada especial, desactiva el DHCP, desactiva NAT (y si quieres cambia la IP a 192.168.1.50, por poner un ejemplo para que no se solape con otros dispositivos) y ya tienes un perfecto punto de acceso. Ahora tendrás que tirar un cable de un puerto LAN del router hasta un switch, router o lo que sea, que tenga acceso real a internet.