Siendo graves los abusos, lo peor de todo son losl encubrimientos sistemáticos. Y ese encubrimiento ha sido dictado y organizado por la jerarquía más alta, partiendo del propio papado. Así que por muchas buenas personas que haya, la organización está totalmente pringada. Y quien no lo quiera ver es porque no le da la gana o tiene otros intereses que defender.