Ojo, si has firmado el finiquito, reconoces que has cobrado la cantidad que se indica en él.
El finiquito no es más que una nómina de ajuste, es decir, tiene el mismo tratamiento que las nóminas mensuales o que las nóminas de pagas extras. El documento en sí no es más que una relación de devengos (salario base, pluses, prorratas de pagas, dietas, etc.) y deducciones (SS e IRPF, anticipos...), donde se indica la cantidad a percibir por el trabajador.
La empresa solamente tiene dos formas de demostrar que ha pagado: con un justificante bancario, o con la firma del trabajador en el recibí de cada nómina.
Después de meterte miedo, ahora voy a tranquilizarte en su justa medida; si se trata de una empresa que tiene centralizados los recursos humanos y la contabilidad y facturación, es muy probable que, primero, alguien tenga que contabilizar tu nómina y emitir la orden de pago, otra le tenga que dar el visto bueno para que otra, en tesorería, de la orden de pago al banco, lo que conlleva unos cuantos días. También puede ser que tengan la política de tener un solo día de pago al mes para nóminas, y que estén esperando.
Legalmente, te tendrían que haber pagado en el mismo momento en que tu contrato se ha terminado. Tú estás en tu derecho de demandar por cantidades al día siguiente. Es decir, el día 11 ya podrías haber puesto una demanda por cantidades, aunque sea más habitual dar un pequeño margen para solucionarlo todo.
Mal hecho por tu parte firmar el finiquito sin coger el dinero con la otra mano, o tener el justificante bancario delante, que es como deberían hacer las cosas. También es verdad que hasta que no te pase una vez en la vida, no tienes por qué ir desconfiando de todo el mundo.
En definitiva, si no puedes hablar por teléfono con tu jefe, preséntate en tu centro de trabajo e intenta que te lo solucionen. Ir por las malas es el último recurso, pero si hay que hacerlo, que sepas que tienes hasta doce meses para reclamar esa pasta.