http://www.adn.es/cultura/20071119/NWS-1369-Barrio-sesamo-adultos.html escribió:Los actuales productores de la serie piensan que algunos de los sketches podrían resultar nocivos para los niños
La fiebre de la reedición de series en DVD ha llegado a Barrio Sesamo. Sin embargo, los nostálgicos padres que pensaban compartir los momentos televisivos más añorados de su infancia con sus niños se han encontrado con una sorpresa inesperada. Los dos primeros volúmenes de la colección, que comprenden el material emitido a finales de los 60 y principios de los 70, se venden en Estados Unidos bajo la etiqueta de "contenido para adultos".
Según los responsables de la serie, estos primeros episodios estaban más orientados a los adultos, y no satisfacen las necesidades de los niños de hoy en día. Y no, no es que durante esos primeros capítulos se incluyeran mensajes subliminales o se emitiesen escenas pornográficas. Las razones son más sencillas.
Uno de los momentos más celebrados de Barrio Sésamo ha sido durante años la parodia del popular presentador de la BBC, Alistair Cooke, que comentaba la programación de la cadena sentado en un sofá de cuero. El bueno de Alistair se transmutó en marioneta de trapo con el nombre de Alistair Cookie, que no era otro que el monstruo de las galletas equipado con bata y pipa. El Alistair de Barrio Sésamo hablaba plácidamente de cultura a los niños, aunque al final de cada pieza tenía la costumbre de devorar la pipa. Este momento se suprimió a finales de los 80 para no inducir a los niños a consumir tabaco.
Marionetas misántropas
Según informa The New York Times, Para la productora ejecutiva de la serie, Carol-Lynn, el sketch induce a los niños a iniciarse en los "malos hábitos". En su opinión, tampoco resulta muy aconsejable que los niños imiten el ciclotímico carácter que en los primeros episodios mostraba Oscar el Gruñón, aquejado de misantropía, hipersensibilidad y toneladas de sarcasmo. Tampoco es que Blas, con su eterno carácter paniaguado, resultase mucho más sociable o alegre.
No es la primera vez que los populares personajes de Barrio Sésamo cambian sus costumbres o lenguaje en aras de lo políticamente correcto. Hace dos años, la serie comenzó una campaña para sensibilizar a los niños sobre la alimentación sana. Así que, en lugar de comer galletas a todas horas, el monstruo de las galletas aprendió a comer frutas y verduras, así pasó de ser el Cookie Monster al Veggie Monster.
Lo que me extraña es que el tema Epi y Blas no levante mas de un ampoña.
