Bueno, ultimamente le he cogido el gusto a escribir, y aunque no tengo mucha practica, y me cuesta encontrar la inspiracion, quiero publicar aqui lo que acabo de escribir.
Criticas constructivas por favor ^^:
Cuando se cayó de desde el arbol, se rompió la mayoría de los huesos del cuerpo. Costillas, brazos, piernas... Ciertos orgános también recibieron daños, pero consiguíó sobrevivir, a duras penas claro.
Paso un tiempo pensando en que fue lo que provocó su caida. Un pie mal puesto, un brazo en la rama equivocada... Quizas fue el árbol, demasiado viejo, con sus débiles ramas el culpable de la caida. Pero poco tardó en darse cuenta de que el único culpable de la caida era el, y solamente el.
Encontró la forma de verse a si mismo, desde lejos, una totalmente diferente perspectiva. Tal hecho fue lo que le permitió, en su tiempo de recuperacion, comprender por que el fué el unico culpable. Y aunque quizas apoyara algun pie de la forma equivocada, entendió que lo unico que le hizo caer fue su propio miedo. Su pánico a escurrirse, a que se rompiera alguna rama... Su miedo a no ser lo bastante fuerte como para llegar a lo alto del arbol. Miedo, SU miedo, el miedo al que el mismo alimentó, imaginandose tantas veces que pasaría si se escurriera, si se rompiera alguna rama...
Viendose a si mismo, comprendio completamente la causa de su caida.
Este hecho le fortaleció a si mismo de una forma descomunal. Sus huesos soldaron, su cuerpo regeneró los tejidos dañados, las heridas cicatrizaron. Y sobre todo, aprendió a perder el miedo que tanto le atormentaba.
Se convenció de no ser capaz de escurrirse, y mucho menos, de caer y romperse un simple dedo. Se convenció completamente. Lo creia. Creia en si mismo. Ni el mas arrasador huracan lo volveria a hacer caer de ningun arbol.
Tenia muy claro lo que queria hacer cuando su recuperacion finalizara. Y lo hizo.
Alli estaba otra vez el maldito arbol, aquel del que se descolgó y le causo tanto dolor. El mismo arbol al que le tiene que agradecer haberse visto a si mismo, haber aprendido a no tener miedo, a confiar en si mismo. Le debe mucho a ese arbol, uno cualquiera entre millones. Y lo recordara por siempre.
Ese arbol le hizo cambiar, le hizo querer ser mejor, querer superarse. Hizo aparecer la voluntad en el, una voluntad capaz de arrasar con cualquier miedo posible. Una voluntad imparable.
Pero no todo es merito del arbol, sino de Él. De si mismo, de su corazon y de su cerebro. Ellos son los que cambiaron, los que mejoraron y se fortalecieron. Ahora se siente capaz de volver a subir al arbol sin caerse.
Ni un terremoto, ni un huracan ni nada que se le parezca lo conseguirán tirar del arbol. Ni sus pies ni sus brazos fallarian. Es tan capaz de subir hasta la parte mas alta, que sabe que ninguna rama se romperá.
Y lo mas importante: Él sabe que va a llegar hasta el final, y que esta vez no se caerá. Lo sabe. Lo cree. Y lo que es mejor... Se siente orgulloso de ello.
Ahi queda. Un saludo!!
