http://www.adn.es/blog/lucia_etxebarria/impresa/20071015/POS-0002-ADS.htmlADS ¡peleles!
Imagínate que abres una tienda en pleno Harlem Hispano. Tienes dos opciones: te compras un bate de béisbol y te encomiendas a la protección de la Virgen de la Regla, o pagas un extra a las bandas de delincuentes totales "para que te protejan".
Pongamos que quieres contratar servicio de ADSL también tienes dos opciones: te vas a una operadora independiente, que te revende un servicio sobre el que no tiene ningún control (ya que operará sobre la línea de Telefónica), de forma que cuando surjan los problemas no va a poder solucionarlos. O pagas un extra a Telefónica (teniendo en cuenta, eso sí, que Telefónica sólo se compromete a servir el 10% de la velocidad máxima contratada).
Yo escogí la opción a. Y envío este artículo desde un ciber.
No tengo servicio, pero lo estoy pagando, y ninguna de las tropocientas (nada) amables teleoperadoras con las que he discutido esta semana me ha acertado a explicar por qué. No tengo posibilidad de darme de baja y tampoco puedo decirle al banco que devuelvan los recibos, porque la empresa tiene por costumbre demandar por el impago de los servicios que no ofrece.
Y yo me descojono, perdone, de que cuando me hablen de piratería en la red se refieran a que hay gente que se baja las canciones del emule, y no a que entre todos los internautas patrios estemos pagando el ADSL más lento y caro de Europa.
Amén del más chapuzas.
