Enciende una vela, siéntate en frente de ella y mírala fijamente. Intenta captar todos los detalles que puedas y, cuando creas que estés preparado, cierra los ojos. Tienes que intentar imaginar la vela tal como era, de una forma tan viva que casi puedas verla.
Se supone que vale para lo que pides. Lo leí en un libro pero nunca lo he hecho.
Un saludo.