Pues, aunque parezca absurdo, yo elegiría una fuente sin serifa lo más parecida a algún libro que tenga a mano. La elección de la misma sería por comparación: La que más se parezca....ÉSA
De todos modos, no está de más asegurarse que el programa desde el que se va a hacer la maquetación e impresión final tiene esa fuente para simplificar el trabajo y evitar problemas.