Los quiénes y los porqué

http://orsai.es/2007/03/los_quienes_y_los_porque.php
Los argentinos y los españoles habitamos en las dos puntas más extremas de la cuerda psicoanalítica. Nosotros vamos al psicólogo sin prejuicios y en masa, como quien concurre a la matiné de los domingos; ellos lo hacen con gafas de sol y a escondidas del barrio, como quien decide ir por primera vez a un cine porno para ver una cinta chancha. Y ni siquiera. En realidad no conozco a ningún español que vaya al psicólogo por propia voluntad. Suelen llevarlos los parientes cercanos cuando huelen el suicidio o la debacle.

Esto ocurre porque el español contemporáneo todavía no sabe exactamente en qué consiste estar deprimido. Muchos lo confunden con la jaqueca, otros con el dolor de espalda y la mayoría supone que la depresión es un deseo irrefrenable de pasar por el bar de camino a casa. Quizás por eso hay tantos bares.

Si bien la diferencia frívola entre nuestras dos culturas tiene que ver con la incompatibilidad gastronómica y otras idioteces a las que suelo referirme siempre aquí en Orsai, el gran desencuentro —la diferencia profunda entre españoles y argentinos— reside en que, por culpa del mucho psicoanálisis o su ausencia, somos incapaces de comunicarnos en la misma frecuencia emocional.

Un español y un argentino pueden hablar de fútbol, de trabajo, de amor, de política y de casi cualquier cosa; pero no les está permitido conversar sobre nada. Hablar de o hablar sobre, ahí está la cuestión. La diferencia entre estas preposiciones parece mínima a simple vista, pero no lo es.

Para hablar de amor, por ejemplo, sólo es necesario saber a quién le ha ocurrido qué. Para hablar sobre el amor, en cambio, es obligatorio analizar por qué ocurren ciertas cosas en el alma humana. Nosotros nos comunicamos a través de ideas abstractas, muchas veces densas y enroscadas, mientras que ellos lo hacen desde la circunstancia y la anécdota.

—A ver, tío, vé al grano o ponme un ejemplo —dirá en este momento el lector español, si es que queda alguno.

—Lo siento en el alma, querido amigo, pero los argentinos no sabemos ir al grano. Ése es el mejor ejemplo.

Hemos nacido y crecido, a veces sin desearlo, en una sociedad psicoanalizada. No todos somos moradores habituales del diván, es cierto, pero cada uno de nosotros tenemos una madre, un hermano, un jefe o una secretaria tetona que todos los martes y jueves hacen terapia y regresan con los ojos en compota. Estamos habituados al discurso, al recurso y al método analítico.

No; no podemos ir al grano.

En nuestro lenguaje coloquial utilizamos los neologismos depre, neura, masoca y persecuta como quien dice agüita fresca, y también hemos creado los verbos histeriquear, paranoiquear y sicopatear (tuvimos que inventarlos porque no podríamos armar una frase sin conjugar alguna de esas acciones). El argentino medio conoce las diferencias básicas entre la terapia freudiana y la gestáltica. El español medio, a fuerza de ir siempre al grano, todavía sigue confundiendo psicología con psiquiatría.

En realidad, nos resulta imposible profundizar con los nativos porque en España existe el culto del quién. En las conversaciones privadas, en los debates públicos, en los enfrentamientos políticos, en los titulares del periódico, en las charlas de sobremesa y en el cotidiano discurrir de cualquier diálogo español es necesario, es urgente y fundamental, saber a quién le ha ocurrido o de quién se está hablando.

—No estoy de acuerdo, argentino. Yo no soy así. Estarás refiriéndote a los madrileños, a los andaluces o a los gallegos. No a mí. ¿De quién estás hablando exactamente?

Quién. Necesitan saber el quién. Difícilmente les interesa el por qué.

Aquí sólo se habla de arte, de literatura, de política, de humor o de sexo cuando hay un cotilleo de por medio. Al no ser éste un país con costumbre de psicoanálisis, ni de sobremesa filosófica, es muy difícil que alguien quiera preguntarse, alguna vez, el por qué de las cosas que ocurren. Por qué no podemos reírnos de nosotros mismos. Por qué todos los días un marido sexagenario mata a su mujer a hachazos y después se tira del balcón. Por qué nuestros hijos intimidan a sus profesores. Por qué tenemos una derecha tan caricaturesca que da risa y una izquierda tan hipersensible que nunca entiende el chiste. Por qué aunque ahora tengamos el dinero seguimos sin tener la felicidad. Etcétera.

El largo tentáculo de la prensa rosa ha invadido todos los campos de la comunicación española, y sus ideas. Ya nadie se pregunta por qué, o peor: nunca se lo han preguntado. Nadie se recuesta en el diván, nadie cierra los ojos y mira serenamente su pasado o su interior. Todo el mundo está ansioso por saber a quién, y después cuándo, y después, si queda tiempo, dónde. A quién se refiere este cómico cuando dice la puta españa. De cuántos hachazos mató este señor sexagenario a su mujer. En qué comunidad autónoma los hijos de quién intimidan a sus maestros (porque en la mía no). Qué ha dicho esta mañana el periodista facha que siempre dice cosas fachas. Quién le ha respondido desde el otro lado y cuál fue el insulto progre que usó esta vez. Cuántos euros me han subido el salario y dónde coño está mi hijo que nunca me da un abrazo.

Nunca por qué.

A nosotros nos ocurre lo contrario, y también es un desastre, el gran desastre nacional. A cada charla, por más estúpida o superficial, la seccionamos con bisturí y la teorizamos, la recurrimos, la impugnamos y la cortamos en pedacitos. Conversamos sobre nuestras cosas y nuestras acciones hasta quitarles el sentido. Cada sobremesa entre amigos se convierte en terapia de grupo. Histeriqueamos, psicopateamos, somatizamos y sublimamos hasta volvernos psicóticos. Siempre alguno de nosotros acaba llorando, otro pegando el último portazo de su vida y un tercero descubriendo su homosexualidad. O su desesperación. O su destino de exiliado quejumbroso, y se va a vivir a España.

Los argentinos y los españoles somos dos familias destrozadas. Estamos hechos mierda por motivos tan diferentes, tan extremos y extrañamente tan idénticos, que parecemos rostros calcados en el dorso y el anverso de la misma hoja. Una de estas familias, de tanto gritarse las verdades a la cara, de tanto sacar la mierda a la luz del día, de tanto hacerle la autopsia al desencanto, se ha quedado desnuda y mutilada, sin saber quién es el asesino. La otra familia no habla sobre el tema de su dolor, no sabe no contesta, no encuentra los por qué de su desdicha y, por no poder, no puede ni mirarse en los ojos de su hermano. (Cuando España hace un gol, medio país no está saltando.)

Le hizo muy bien a la Argentina, hace setenta años, recibir en su pampa a los gallegos laburadores que después fueron nuestros abuelos. Y le hace bien a España, en estos tiempos, mezclarse con tanto charlatán de feria, cancherito y bocasuelta. El vecino que llega desde afuera, desde el mundo contrario, nunca trae las respuestas exactas que calman nuestro dolor, pero muchas veces, a fuerza de ser extraño o extranjero, nos acerca las preguntas adecuadas.

Quién y por qué.

Nosotros, los argentinos, deberíamos aprender a bajar dos cambios en la retórica del por qué y preguntarnos, de verdad, quién carajo nos ha hecho tanto daño. (Cuando Argentina hace un gol, los diputados se suben el sueldo porque todo el mundo está saltando.) Deberíamos matar de una vez al padre de todas nuestras miserias. Aprender de los españoles, al menos, esa mínima enseñanza.

Y ellos, está claro, deberían saber que ya es hora de sentarse en el diván, entrecerrar los ojos, y empezar a preguntar por qué.


Comentario muy acertado, ¿ Qué os parece ?
Muy interesante, aunque no conozco casi nada la realidad argentina este artículo me ha hecho dar cuenta de la situación que puedo ver en España día a día: apenas profundizamos en las conversaciones y nos limitamos a comentar de las últimas noticias sin más, con comentarios como: "¡qué cabrón este Bush!". A su vez, y lo que es peor, es que salimos demasiado a lugares de ocio consumistas sin pensar en el trasfondo y creemos que nos lo pasamos bien cuando nunca hacemos un análisis serio de lo que hemos hecho en un centro comercial. Definitivamente, entiendo porqué el capitalismo y el consumismo suben como la espuma en España y las relaciones superficiales por mero interés también.
No he podido acabarme el post. Ahora ya lo tengo claro, no soy argentino.
Conozco a unos cuantos argentino/as y la verdad es el que el texto está bastante bien. Lo que comenta de los Españoles es bastante cierto en parte, o al menos, tengo una opinión similar a la suya.

Un texto interesante.
Hombre, tampoco es para tomárselo al pie de la letra, pero la verdad es que te ayuda a darte cuenta del porqué de muchas realidades cotidianas en España.

Realmente, no se puede decir que sea completamente cierto que los españoles sean así y que los argentinos sean justo el contrario, aunque por lo general los españoles solamos ser como se nos describe en el artículo ( me gusta mucho el ejemplo de la prensa del corazón, es muy ilustrativo ), no puedo confirmar el caso de los argentinos pero me parece creible.
Pues mira, yo creo que da en el clavo, por lo menos con los españoles. Tampoco se puede generalizar, pero vamos, que los tiros van por ahí. Se nota que lo ha escrito un argentino, por cómo nos psicoanaliza xD
curioso... e interesante
InaD está baneado por "Por favor, no vuelvas"
La verdad que ami tambien me parece acertado.
Creo que los españoles somos muy de, quien, incluso aveces se espera a saber de quien se habla para opinar una cosa o la otra...
Obviamente hay excepciones, pero la masa es la masa.
Y la prensa rosa esta haciendo mucho mal, para cuando un sabotaje de las televisiones en esos horarios? no se vosotros pero yo por paarar toda esa basura..
saludos.
marcus escribió:Pues mira, yo creo que da en el clavo, por lo menos con los españoles. Tampoco se puede generalizar, pero vamos, que los tiros van por ahí. Se nota que lo ha escrito un argentino, por cómo nos psicoanaliza xD
XD Comentario del día, jeje.
essstooo guau.

guau!


animal domestico psicoanalitico y otro que va "al grano"








[angelito] no podia resistirme
InaD escribió:...Y la prensa rosa esta haciendo mucho mal...


Estoy más o menos de acuerdo.

En teoría, el periodismo tiene que responder a unas preguntas básicas: Qué, Quién, Cómo, Cuándo, Dónde y Por qué.

Por desgracia, parece que el periodismo de este país se queda en el Quién, y es lo único que vemos a todas horas. Ojo, no estoy diciendo que sea por culpa de nuestros periodistas. Lo que pienso es que lo único que hacen es acentuar aún más esa manía por el Quién que tenemos. Lo que sea con tal de vender más periódicos/revistas/informativos.

Por eso no me fío de la prensa escrita, ni de los "informativos" de TV y radio. Sólo buscan vender.
Que no es por culpa de los periodistas??

Venga va, me lo creo.

El problema es que los verdaderos periodistas están en el paro mientras defecaciones humanas ocupan su lugar.

Eso no es intrusismo. Es un atraco a mano armada.

No tenemos mas que lo que nos merecemos, porque somos un país de mierda y de pandereta.

A ver si se van ya a tomar el aire ciertas generaciones...
The_Edge escribió:No tenemos mas que lo que nos merecemos, porque somos un país de mierda y de pandereta.
Esto también es típico de los españoles. Pensar siempre que lo de los demás es mejor...
Es un error muy frecuente de los que citáis noticias, especialmente largas como es esta, meter todo el texto en una cita. El texto de las citas es más pequeño de lo normal y yo personalmente al ver semejante ladrillo, con un tamaño de texto tan pequeño se me van las ganas de leerlo. Sé que con el firefox se puede hacer más grande simplemente haciendo crtl+"+", pero es que nos gustan que los den todo hecho XD.

Ayudaría a que el texto sea del mismo tamaño que el texto normal de la web, que la fuente siga siendo verdana y que puedas resaltar en negrita alguna parte imoprtante de la noticia para que sea más atractiva la lectura. Y no cometas el error de cambiar la fuente por una diferente como la times o cualquier otra que puedes elegir y además meterla en una cita porque entonces si que no te lee la noticia ni tu madre o poner colores chillones como un rojo o amarillo en el cuerpo de la noticia. En internet, para la lectura no hay nada mejor que la verdana tamaño 10.

Salu2
la mayoria de las veces, ir a un psicologo o psicoanalista...

A) no soluciona tu problema.

B) no aporta soluciones aplicables a tu problema (no, no es la A cambiada de frase)

C) crea problemas nuevos, o hace flotar a la superficie la mierda del pasado que ya habias olvidado y que, segun ellos, es la causa del problema (cuando realmente la mayoria de veces no tiene nada que ver)

D) remover la mierda vieja tampoco soluciona el problema, pero hacerlo crea una situacion perfecta para que te pases media vida en el divan, hasta que se acabe el dinero o el "experto" decida derivarte a alguna otra parte o decirte de buenas a primeras alguna otra cosa que hacer (normalmente, largarte y seguir tu vida)

.. nunca he ido a un psicologo o similar, y en muy escasas ocasiones lo encuentro una solucion pertinente.

saludos.
[quote="GXY"][/quote]

Bueno, te diría que tal vez eso sea así en tu caso, pero... ¡tú mismo dices que no tienes caso! ¿En qué te basas? ¿Experiencias de amigos, familiares...?

Lo que yo puedo decirte es que mi madre acudió a uno hace ya la tira de años para que la ayudase a asumir su separación, y la ayudó muchísimo.

A) Cierto, fue ELLA quien tuvo que solucionarlo.

B) Incierto.

C) Cierto, afloraron cosas del pasado. Lo cual la ayudó a entender el porqué de la situación.

D) Incierto. Cuando superó aquello no siguió yendo.
Una forma entretenida de ver las diferencias entre las dos nacionalidades. Básicamente me gusta, pero sobre todo por el mensaje final: que ni tanto ni tan poco y que a ver si a base de juntarnos nos hacemos mejores.
Discutir ahora quien lo ha escrito es darle la razón al autor, por cierto, en lo que se refiere a los españoles.
Debatir por qué suceden las cosas que él describe, sería más interesante.
InaD escribió:La verdad que ami tambien me parece acertado.
Creo que los españoles somos muy de, quien, incluso aveces se espera a saber de quien se habla para opinar una cosa o la otra...
Obviamente hay excepciones, pero la masa es la masa.


Perdona, pero es que tu critiques esto, es para enmarcar [looco]
Es bastante curioso, aunque no se si realmente cierto. ¿Realmente todos los argentinos prefieren el porqué al quién y los españoles al revés? ¿Quienes son los que lo hacen al revés y porqué? :P
Me ha gustado mucho el texto. Tiene cosas muy interesantes, y creo que acierta completamente
InaD está baneado por "Por favor, no vuelvas"
Asdrubal escribió:
Perdona, pero es que tu critiques esto, es para enmarcar [looco]

pues ya me diras donde he hecho esto, porque ya os vale, siempre a lo personal, y sin decir nada. Me queman mucho ese tipo de post.
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