Además, hay que tener en cuenta la temperatura del color. Los LED, hasta hace muy poquito, daban una luz muy fría, más parecido a un quirófano que a otra cosa. Estamos acostumbrados a tener una luz cálida en casa, amarillenta como la que dan las lámparas de tungsteno.
Por eso te digo, antes de comprar lámparas LED, mejor que las veas funcionando, o que mires la temperatura de color que tienen.
Por cierto, para los semáforos van de putísima madre. Ahora se ven a 500 metros.