Liderados por los cónyuges Win Butler y Régine Chassagne, el debut de esta banda se nos presenta como un disco emocional (resaltada esta emoción por el reciente fallecimiento de familiares que aparecen nombrados en el libreto), poderoso, y con una furia desesperada en ciertos pasajes. Las letras de Funeral evocan el mismo mundo post-apocalíptico del tremendo Dog Man Star de los geniales (al menos en sus tres primeros discos) Suede. En este disco, The Arcade Fire se nos presentan rotos, golpeados y ferozmente románticos, en su música podemos apreciar una belleza brutal.
“Neighborhood #1 (Tunnels)” nos relata la historia de una pareja de jóvenes amantes que atraviesan túneles que conectan directamente a sus dormitorios, en un mundo utópico donde no son capaces de recordar ni los nombres ni las caras de sus padres, esta canción se encuentra presidida por un piano afectado y una guitarra distorsionada que le da un aire misterioso.
“Neighborhood #2 (Laika)” nos introduce en la desesperación suicida a través de una música muy de Gang Of Four, “Neighborhood #3 (7 Kettles)” nos machaca sobre la rutina insoportable de nuestros días. Tema a tema la banda nos sumerge en un mundo triste, melancólico, donde los acontecimientos están fuera del control del hombre y donde poco se puede hacer ante el destino.
Impresionante cambio a mitad del disco encontramos en “Wake Up”, un himno coral cantado a 15 voces o “Rebellion (Lies)” que nos retrae a los primeros Roxy Music. Todas las canciones te llegan al corazón y hacen que te lata fuerte, y cuando Chassagne acaba con “Love In The Backseat” que nos cuenta su miedo a conducir, el tema conceptual del disco se nos revela: el amor lo conquista todo, especialmente el amor por el catártico poder de la música.